viernes, 16 de octubre de 2009

Despudrir manzanas

De cara al año que viene me he propuesto recuperar algunos libros que tengo escritos y que, por una u otra razón, no me convencen. La idea es hacer un listado exhaustivo de las cojeras que presentan y corregirlas, y así poder presentarlos también a algún otro concurso en lugar de tenerlos muertos de risa, aunque sólo sea por respeto al tiempo que en su día les dediqué. Pienso, además, que el proceso de tomar una obra desechada u olvidada e intentar enmendarla puede ser muy constructivo de cara a entrenar mi detector de errores (aún no muy desarrollado) y no volver a meter la pata en libros futuros. No sé si será posible, si habrá pasado mucho tiempo y los libros ya habrán tomado personalidad así como son, con sus mellas y sus cojeras, y no habrá quien los cambie. De ahí el título del post, ¿será tan imposible mejorar un libro tarado como intentar volver atrás el proceso de putrefacción de una manzana? Quién sabe… Y si no es posible, ¡espero que esa manzana podrida no me pudra las sanas que voy creando después!

¿Qué experiencia tenéis vosotros con la corrección de textos que no os convencen?

7 comentarios:

  1. Yo estoy reescribiendo mi primera novela, que dejé aparcada hace dos años, y veo la cantidad de errores que tiene. Con todo y eso consiguió que una editora se fijara en ella. Ahora quiero presentarla a un concurso, que espero me dé tiempo.
    Era algo que sabía que tendría que hacer tarde o temprano, y ahora ha llegado el momento ;)
    Saludos desde La ventana de los sueños.

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  2. Es sin duda la mejor forma de enfrentarse a la espera, continuar con otra obra diferente y evadir la mente.

    Por cierto, hablando de espera, una pena que SM no haya reabierto el blog, tal y como nos temíamos.

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  3. Yo nunca he dejado una obra inconclusa, la verdad es que estoy escribiendo mi segundo libro y el primero lo acabé para el concurso. Como veis mi vida literaria es muy corta. sin embargo, y aunque en mi vida normal no lo suelo hacer, sí que acabo siempre lo que empiezo a escribir. ahora sigo varada en la novela en la que estoy (creo que tengo demasiadas cosas en la cabeza y no me centro), pero sigo sentándome a escribir aunque no me salga nada. Tengo en mente otra novela, pero la he aparcado hasta que termine esta, tarde el tiempo que tarde. si no la acabo, no lo haré nunca, y creo que merece la pena. Y eso sólo lo podré comprobar el día que la termine y se la dé a leer a la gente o la mande a las editoriales.

    en cuanto a las correcciones, yo soy una obsesa. Lo que llevo escrito lo he corregido ya unas cuantas veces (entre 5 y 7), y creo que ha mejorado ostensiblemente desde la primera. Y es curioso, pero le estoy cogiendo el gusto a corregir y me gusta mucho. También me pasa que si algo no me gusta como está, no me quedo tranquila hasta haberlo cambiado. A veces es un par de palabras, otras unas cuantas frases, otras la escena entera. Pero si no lo dejo a mi gusto, es como una mancha que queda ahí y no puedo pasar por alto cada vez que releo la novela.

    En fin, que os animo a corregir y reescribir las veces que hagan falta. Creo que es la forma de conseguir pulir las buenas ideas, de darles la forma y el contenido preciso.

    Saludos a todos

    maria

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  4. A veces con quitarle el trocito malo a la manzana es suficiente y el resto está bien bueno!

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  5. Jajaja, te ha salido la vena de ama de casa... lo malo es que una manzana sin el trozo es una manzana incompleto. Visto así, es una manzana con un bocadito, como la de Apple... mmmmm, Apple, discurso de Steve Jobs... ¡todo encaja! jejeje

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  6. Sorry por mi ausencia, he estado fuera unos días!

    A ver, yo he llegado a reescribir por completo dos novelas que no me gustaron cuando las terminé (o al menos no todo lo que deberían gustarme). Desde mi punto de vista, es interesante retomar ideas que no llegamos a desarrollar adecuadamente en el pasado, especialmente si los errores a los que nos referimos son meramente de forma. Pero intentar arreglar una obra, sobretodo si ya está terminada, también entraña, o así lo veo yo, el peligro de que al final pierda la frescura, o que se quede en una especie de collage absurdo en el que, si bien hemos mejorado la forma, hemos perdido la chispa inicial. Eso por lo menos me ha pasado a mí con las dos novelas que he corregido. Una de ellas la terminé muy jovencita, a los 14 o 15 años, y luego sobre los 17 la reescribí. Mejoró mucho en las formas, pero sin embargo quien la leyó estuvo de acuerdo en que había perdido algo de fuerza que tenía la original. La segunda es mi famosa novela de vampiros, escribí la original a los 16-17 años y luego la reescribí cambiando muchas cosas, la alargué, cambié algunos personajes y parte de la trama, y aunque la segunda está mucho mejor escrita (la terminé con 22 años), ahora me da también la impresión de que la original tiene una fuerza que la segunda ha perdido. Así que no sé, por un lado yo también estoy revisando textos antiguos, completos o inconclusos, porque hay ideas que me apena dejar de lado, pero no sé si hay realmente un modo de rescatar algo que en su momento surgió con toda su fuerza, aunque fuese errónea.

    Leí algo sobre esto escrito por Aldous Huxley, el autor de Un mundo feliz?. Decía que había cambiado cosas de la novela cuando, años más tarde, la releyó, pero que realmente no le parecía buena idea lo de corregir incesantemente, porque, de modo inevitable, conforme pase el tiempo, los años, y revisemos lo que escribimos en un momento dado, querremos cambiar cosas y pensaremos que podemos hacerlo mejor, pero el encanto de cada obra reside en su momento, en lo que significaba entonces...

    El problema, según lo veo yo, es que una obra consta de dos partes: por un lado su esencia misma, y por otro la forma. Y creo que muchas veces es complicado corregir la forma sin tocar la esencia. De todas formas yo tampoco me doy por vencida y voy a revisar obras pasadas, a ver qué puedo salvar ;)

    Hasta luego!

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  7. Yo estoy reescribiendo una historia ahora, y quiero mantener la frescura de la novela, pero hay ciertas cosas que creo que he mejorado. Mi estilo no es el mismo que el de hace años y eso sólo por eso merece que la revise.

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