jueves, 10 de febrero de 2011

Vocación y felicidad

Eduard Punset -abogado, economista, divulgador científico y un largo etcétera, aunque yo simplemente le definiría como pensador con todo lo que esto conlleva- dijo ayer en la UIB, entre otras cosas, que:

"El secreto de la felicidad es saber elegir la vocación, nuestro elemento, lo que nos estremece y, luego, controlar esa vocación, profundizando en este conocimiento, esforzándose hasta lo indecible".

Me satisface mucho esta afirmación, porque yo soy una gran defensora tanto de las vocaciones como del placer del esfuerzo personal. De hecho, no creo que haya mayor satisfacción para alguien que proponerse metas que parecen inalcanzables, y alcanzarlas.

Como yo, muchos de los que entráis habitualmente en este blog ya habéis encontrado vuestra vocación y os esforzáis lo indecible por llevarla a cabo y profundizar en ella.

Es una buena noticia, ¿no? Significa, ni más ni menos, que estamos en el auténtico camino de la felicidad. Y eso, hoy por hoy, es un auténtico privilegio.