Más que una situación en sí misma, la libertad es un auténtico sentimiento. Como bien diría Eduard Codín, uno puede sentirse libre estando entre rejas y enjaulado a campo abierto. Lo que verdaderamente es libre o esclavo es, siempre, el corazón, y hay cosas que oprimen mucho más que cualquier elemento físico. Sentirse libre por dentro es, seguramente, lo más parecido a la felicidad que pueda experimentar un ser humano a lo largo de su vida. Y yo, hoy, es así como me siento. Profundamente libre, aunque, como decía un poema, no me pondré al filo de ningún precipicio gritando libertad ante la nada.
Por eso, porque es un sentimiento, probablemente la libertad ha sido, junto con el amor, uno de los temas más manidos y obsesivos de todos los autores a través de los tiempos. Recuerdo la libertad pura y adimensional que me transmitió el pequeño libro de Juan Salvador Gaviota, o la profunda y dolorosa (que también la hay) de El Quijote.
Como la conquista de tierras o de pueblos, alcanzarla requiere luchas encarnizadas, injustas casi siempre, pero que nada son en comparación con lo que se logra.
Así pues, este es mi sentimiento de hoy, el más grande e inmenso de todos los sentimientos, el más cercano a la felicidad, y por eso os lo quiero transmitir. Que nunca falte la libertad en vuestros escritos, porque pocas cosas pueden erizar la piel y hacer saltar las lágrimas como el sentirse verdaderamente libre. Libre de alma y sin cadenas en el corazón.
Por eso, porque es un sentimiento, probablemente la libertad ha sido, junto con el amor, uno de los temas más manidos y obsesivos de todos los autores a través de los tiempos. Recuerdo la libertad pura y adimensional que me transmitió el pequeño libro de Juan Salvador Gaviota, o la profunda y dolorosa (que también la hay) de El Quijote.
Como la conquista de tierras o de pueblos, alcanzarla requiere luchas encarnizadas, injustas casi siempre, pero que nada son en comparación con lo que se logra.
Así pues, este es mi sentimiento de hoy, el más grande e inmenso de todos los sentimientos, el más cercano a la felicidad, y por eso os lo quiero transmitir. Que nunca falte la libertad en vuestros escritos, porque pocas cosas pueden erizar la piel y hacer saltar las lágrimas como el sentirse verdaderamente libre. Libre de alma y sin cadenas en el corazón.
¡Sabes Ikima? Me alegro por ti. Yo desearía sentirme libre de no estar pendiente del teléfono para saber si una novela ha gustado en una editorial. Me he llegado a comer mucho la cabeza. E igual me pasa con los concursos literarios. No deseo sentirme frustrada cuando alguien gana, y ese alguien no soy yo. No sé si algún día me quitaré esa angustia decir plenamente que soy libre.
ResponderEliminarCuando veo toda gente que escribe, que tiene las mismas ilusiones que yo y alcanza su sueño, a veces me da por pensar que ojalá me llegara ese momento a mí. Sin embargo hay tantas ilusiones rotas...
Disfruta de esa sensación. Es maravillosa.
Bueno, todo es cuestión de ciclos. Ahora que me siento libre podré dedicarle más tiempo a mi libro, y cuando llegue el momento de enviarlo a un concurso empezaré yo también a morderme las uñas y a esperar y esperar hasta que salga el fallo del concurso, y vuelva a sentirme liberada... Todo funciona así, altibajos, constantemente. O eso creo.
ResponderEliminarEscribir en libertad, es dejar parte de uno en un papel, pero egoístamente quieres que te lean.
ResponderEliminarYo escribo, soy un mal rimador de versos, pero no me importa llegar aunque ponga empeño, siempre he dicho que no hay grandes escritores, solo grandes lectores.
Un saludo
¡Bienvenido Santiago! Me alegro mucho de "ver" un escrito nuevo por aquí. ¡Un saludo!
ResponderEliminarYo también he sentido muchas veces ese sentimiento de libertad... De hecho, creo que hay pocas cosas (por no decir ninguna) que me hagan sentir más libre que escribir. Cuando escribo, como dice Santiago (bienvenido!), dejo una parte de mí en el papel, y normalmente suele ser una parte enorme. Creo que sólo escribiendo muestro realmente lo que siento y lo que soy.
ResponderEliminarPor otro lado, también siento, desde que me tomo esto más en serio, lo que dice Anabel, la impaciencia y la incertidumbre hacia el resultado de los concursos, y la frustración cuando no soy yo la ganadora... Pero, aún así, ese sentimiento de libertad mientras escribía ha estado ahí, y sólo por eso ha valido la pena todo el esfuerzo.
(Por cierto, dentro de nada se falla el premio Leer es Vivir, al que me presenté, y estoy histérica!! xD)
Hasta luego :)
¡Mucha suerte con el Leer es Vivir, Violet!
ResponderEliminarYo sólo espero alcanzar alguna vez la tan ansiada libertad para escribir a todas horas, sin convertirme en esclava de las editoriales y semejantes. Ni convertirme en una esclava de mí misma que sólo viva para intentar escribir best sellers pasando por alto lo que de verdad me gusta, escribiendo con el criterio de otro...
Violet, no sabía de este concurso. ¿Es juvenil o infantil? Mucha suerte. Cruzaremos los dedos.
ResponderEliminarAnabel, el Leer es Vivir es el premio cabecera de Everest. Es relativamente nuevo, y el rango de edad es de los 6 a los 11 años. Te dejo aquí las bases:
ResponderEliminarhttp://www.leeresvivir.com/pdf/bases/bases09.pdf
Yo lo he mirado en diversas ocasiones para presentar obras que tengo escritas y que no han tenido suerte en el BdV, pero no he podido presentarme porque la extensión máxima es de 50 páginas y la superaban.
¿Cuándo es el fallo, Violet? ¡Te debes estar mordiendo las uñas!
Comenté por el blog las bases hace tiempo, pero es eso, creo recordar que al final nadie se presentaba porque la extensión que pedían era demasiado escasa. En mi caso, como la novela (que es la misma que presenté al BdV el año pasado) es muy cortita, sí me presenté :)
ResponderEliminarPues la verdad es que no sé mucho, en la web no hay novedades ni notas de prensa ni nada, así que no sé si han llamado ya a los finalistas o no. El año pasado se falló el 27 de noviembre, así que estando hoy a 20, me imagino que ya me puedo despedir xD He intentado no pensar demasiado en ello para no obsesionarme, pero cuando saquen la nota de prensa y ya tenga claro que está todo perdido seguro que me deprimo! De todas formas, este año tengo más esperanzas (aunque con los pies en el suelo) en el Gran Angular; estoy más contenta con la obra presentada y creo que tiene más posibilidades.
Por cierto, ayer me compré El libro del cementerio, de Neil Gaiman, ya contaré qué tal, por ahora me está gustando mucho ;)