“Para envenenar a un duende, se mezclan en un caldero, a fuego lento, los siguientes ingredientes:
-Una cola de lagarto recién cortada.
-100 gramos de ancas de rana verrugosa.
-Una pizca de momia egipcia, en polvo, traída del lejano desierto de Guizá.
-La uña del dedo gordo de la mano derecha de una bruja malvada, que la haya dejado caer por casualidad, cuando se estaba haciendo la manicura.
-Y por último, y no por ello menos importante, el sueño de un niño enfermo, a media noche, alcanzado por un cazasueños y macerado en un bote hermético, por lo menos durante un año y medio.
Importante: es primordial, que la mezcla hierva, la primera noche de cuarto menguante”.
Roberto se leyó la receta una y otra vez. Nunca lo hubiera imaginado. Pero, la idea de tener su casa infestada de duendes, lo alteraba. Y eso que tenía a gala, que nada conseguía que su remolino engominado se despeinara. Sin embargo, no podía dejar de pensar en ellos. En que pudieran aparecer por cada esquina y quitarle los calcetines, las tijeras o la comida de la despensa.
Desde que sus hijos le habían confesado la verdad y él había comprobado que tenían razón, estaba decidido. Tenía que conseguirlo. No parar, hasta encontrar ese veneno infalible que si no acabara con ellos, al menos, los hiciera emigrar.
El bebedizo que proponía la receta debía ser efectivo y veraz, pues había tardado días en encontrarlo, en un viejo libro de la abuela, pero, ¿quién era capaz de encontrar a una bruja desprevenida, y más aún, haciéndose la manicura?. Y luego, ¿cómo hacer que los duendes lo bebieran así por curiosidad?. Seguro que estaba malísimo y lo tirarían al primer sorbo.
Era una locura. Casi tan grande, como que el vecino de al lado hubiera denunciado a sus hijos por las travesuras que estaban haciendo. Ahora sabía que no había más culpables que los malditos duendes que habitaban su casa últimamente.
Le estaría bien empleado, a ese narizotas, por ejemplo, el probar de su propia medicina, y sufrir en su casa la invasión de duendes que habitaba la suya.
Repitió esa idea en su mente.
Esa era la solución, ni bebedizo ni pócima mágica imposible de cocinar. Con convencer a sus enemigos de emigrar a tierras extranjeras, cruzando la verja del jardín, problema resuelto. Su vecino aprendería entonces lo que vale un peine, vaya que sí...
Para variar ahora intentaba colgar mi comentario y no me lo permite, porque supera los 4096 caracteres. Cuelgo aquí la primera mitad y continúo en la siguiente.
ResponderEliminarHola Azaria.
Te felicito. Considero que el texto ha ganado mucho. No es que el principio anterior estuviera mal, por supuesto, pero era más normal, y por ello llamaba mucho menos la atención. Este otro es muy original, sorprende, y la verdad que me he reído bastante con la receta, en la que no le has puesto límites a la imaginación.
En cuanto a tema argumental, en el texto me surge una duda por una cosa que no acaba de cuadrarme:
Por una parte, Roberto desea hacer una pócima que haga emigrar a los duendes a casa de su vecino, para que el narizotas sufra en sus carnes lo que es tener duendes. Pero por otra, el vecino ha denunciado a los hijos de Roberto por sus travesuras… Por tanto, deduzco que el vecino ya ha sufrido las travesuras de los duendes, y ha creído que eran los hijos de Roberto los que las llevaban a cabo.
No sé si lo he entendido mal.
Quizá esto convendría matizarlo.
Por lo demás, ni en cuanto a argumento ni en la originalidad del texto tengo nada que añadir.
Sólo algunas consideraciones ortotipográficas, a ver qué te parece:
En el final de la receta, donde pone “Importante”, yo quitaría las dos comas. Es decir: “Importante: es primordial que la mezcla hierva la primera noche de cuarto menguante”.
También en el párrafo siguiente quitaría bastantes comas y modificaría algún otro signo de puntuación:
“Roberto se leyó la receta una y otra vez. Nunca lo hubiera imaginado. Pero la idea de tener su casa infestada de duendes lo alteraba. Y eso que tenía a gala que nada conseguía que su remolino engominado se despeinara. Sin embargo, no podía dejar de pensar en ellos: en que pudieran aparecer por cada esquina y quitarle los calcetines, las tijeras o la comida de la despensa”.
A mí lo de “tener a gala” me suena un poco raro, pero quizá es porque es una expresión que no he utilizado nunca (buen momento para aprenderla).
ResponderEliminarEn el párrafo siguiente también quitaría comas:
“Desde que sus hijos le habían confesado la verdad y él había comprobado que tenían razón, estaba decidido. Tenía que conseguirlo. No parar hasta encontrar ese veneno infalible que, si no ACABABA con ellos, al menos los hiciera emigrar.
El bebedizo que proponía la receta debía ser efectivo y veraz, pues había tardado días en encontrarlo, en un viejo libro de la abuela, pero… ¿quién era capaz de encontrar a una bruja desprevenida, y más aún, haciéndose la manicura? Y luego, ¿cómo hacer que los duendes lo bebieran así por curiosidad? Seguro que estaba malísimo y lo tirarían al primer sorbo”. (Me parece que acababa queda mejor que acabara y por esto lo marco en mayúscula, pero con algunos tiempos verbales suelo dudar…).
Donde pone “Y luego…”, ¿no crees que podría quedar mejor “Además”? Me parece un poco más preciso.
Fíjate también que has puesto punto tras los interrogantes, y no lo llevan.
En cuanto a la frase siguiente:
“Le estaría bien empleado, a ese narizotas, por ejemplo, el probar de su propia medicina, y sufrir en su casa la invasión de duendes que habitaba la suya”, me parece que no acaba de concretarse del todo bien. Creo que sería más comprensible si pusieras algo así como:
“A ese narizotas le estaría bien empleado probar de su propia medicina, y sufrir en su casa a los duendes que invadían la de Roberto”.
Pero esto, por supuesto, es totalmente subjetivo.
En cuanto a los dos últimos párrafos, los enfatizaría un poco con los signos de puntuación, porque si son los pensamientos de Roberto, y cree haber dado con la solución a su problema, entonces debe estar muy contento. Algo así:
“Ésa era la solución. Ni bebedizo, ni pócima mágica imposible de cocinar… Con convencer a sus enemigos de emigrar a tierras extranjeras, cruzando la verja del jardín… ¡problema resuelto!
Su vecino aprendería entonces lo que vale un peine. ¡Vaya que sí!”
Bueno, como ves, el comentario me ha quedado muy extenso (¡me lo he trabajado!).
Que conste que esto no significa que no me guste el texto sino todo lo contrario. Me ha gustado mucho, y espero que algunas de las consideraciones te sigan sirviendo como te sirvieron las anteriores de todos nosotros. Yo sólo opino por cosas que he leído o correcciones que me han hecho a mí de mis propios textos, pero no soy una profesional ni tampoco soy crítica literaria.
Un saludo
¡Pues sí que te lo has trabajado, Ikima! Tanto, que hay poco más que añadir. Azaria, me parece que es divertido, original, fresco y con muchísima imaginación. Sólo que tendría cuidado con las comas y las frases largas y complicadas, así que coincido con Ikima e incluso me cargaba alguna coma más, como si de duendes molestos se tratara ;). En concreto:
ResponderEliminar-“ Para envenenar a un duende se mezclan en un caldero, a fuego lento,…”
--Una pizca de momia egipcia en polvo, traída del lejano desierto de Guiza (creo que es sin acento)
-que la haya dejado caer por casualidad, cuando…
¬-“Y por último, ... “ Esta frase la veo complicada, así que trataría de quitar alguna coma y simplificarla: “Por último, y no por ello menos importante, el sueño de un niño enfermo, capturado a medianoche por un cazasueños y macerado en un bote hermético al menos durante año y medio.
-“El bebedizo …” Matizaría un poco más este párrafo: “A buen seguro el bebedizo que proponía la receta sería efectivo y veraz, pues había tardado días en encontrarlo hasta que dio con él en un viejo libro de la abuela. Pero… ¿quién era capaz de encontrar a una bruja desprevenida, y más aún, haciéndose la manicura? ¿Y cómo hacer que los duendes lo bebieran así, por curiosidad? Seguro que estaba malísimo y lo tirarían al primer sorbo”.
-“Le estaría bien empleado, a ese narizotas, por ejemplo, el probar de su propia medicina, y sufrir en su casa la invasión de duendes que habitaba la suya”. En la primera lectura me ha parecido que se refería, con lo de probar de su propia medicina, a la pócima. Por ello evitaría usar esa expresión:” A ese narizotas le estaría bien empleado sufrir una invasión de duendes, y por qué no, de los mismos que ahora habitaban su propia casa.”
Espero que te sean de ayuda. Si te soy sincera, me siento un poco incómoda 'tocando' el trabajo de otro, sobretodo cuando es tan genuino. Pero la verdad es que cuando mi madre (mi correctora y mayor crítica) lo hace conmigo, se lo agradezco mucho. Espero que en este caso te sirvan a tí (si no le paso el link a mi madre!)
Saludos,
María
Perdonad que pegue esta información aquí (especialmente Azaria) pero si os soy sincera, no sé de qué otra forma hacerlo. Me temo que no soy muy hábil con el tema ciber, de hecho llevo un buen rato intentando recuperar el enlace que ahora os paso. Navegando encontré ésto: la posibilidad de 'colgar' algún capítulo de una obra junto con la sinopsis en un espacio al que sólo tienen acceso editores. No sé cuán efectivo puede ser, pero el precio es razonable y ofrecen la posibilidad de una corrección previa, también a buen precio. Os dejo el enlace: http://www.escritores.org/editor/index.htm
ResponderEliminarSaludos a todos,
María
Leído! Creo que ha mejorado mucho respecto al primer comienzo. Me parece que está quedando muy bien, y eso que a mí lo de los duendes no es una temática que me emocione mucho :)
ResponderEliminarAhora no tengo mucho tiempo, pero a ver si esta tarde o el fin de semana me pongo en serio y comento con más tranquilidad.
Azaria, me he leído el relato. A mi me ha gustado porque fluye más que la primera propuesta. Las frases largas en relatos infantiles suelen cansar a los más pequeños. A mí me gustan los temas de duendes, y éste desarrollado, puede quedar muy bonito. No me meto a valorar otras cuestiones porque eso siempre suele ser subjetivo.
ResponderEliminarSaludos desde La ventana de los sueños.
Anabel, ¿cuáles son las cuestiones que consideras subjetivas?
ResponderEliminarCuando hablo de subjetividad, quiero decir si el texto gusta o no gusta. Para mí está claro que Azaria escribe bien y que su historia es divertida, y si sobra una coma o no, es importante saberlo, pero estoy leyendo un libro en el que yo hubiera puesto comas en ciertas partes y no las lleva. Para analizar un texto con tanta precisión no veo tan capaz. Puedo hablar del ritmo, del estilo, de adjetivos que pueden sobrar, pero sigo pensando que es algo subetivo porque yo lo haría de una manera u otra, siempre sin desmerecer el trabajo que leo. No estoy diciendo con ello que vuestros análisis desmerezcan el trabajo de nadie. Lo quiero decir es que ese ojo crítico y preciso hay que tenerlo y yo sé si lo tengo. No soy muy buena con lo de poner signos de puntuación en textos, por lo tanto no puedo valorar un texto en ese sentido, me resulta subjetivo para mí. Siempre hablo desde mi experiencia, pero cada cual tiene una opinión. De todas maneras si alguien me corriege comas y puntos los acepto por lo que he dicho anteriormente, siempre y cuando respete la idea de la novela.
ResponderEliminarSaludos desde La ventana de los sueños.
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios, la verdad es que me sirven de mucho. Ikima, alucinante tu despligue de medios, con las que tengo que estar de acuerdo, pues confieso que eso de los puntos y las comas siempre se me ha dado bastante regular, y no te digo nada escribiendo rápido en el ordenador, que las pongo por doquier.
ResponderEliminarAsí que estoy segura de que tienes razón, también a María, por supuesto, y no digo nada de Anabel, que dice algo con lo que también estoy de acuerdo:lo importante es si te gusta algo o no, y que lo demás es más subjetivo, en el sentido de que hay profesionales que de eso se pudieran encargar.
Aunque no cabe duda que para leerte, tienen que entenderte, y desde luego, mejor puntuado, el texto se entiende mucho mejor.
Gracias a todas, chicas por vuestras críticas constructivas y ayuda. De verdad que me sirven de mucho.
Incluso me encontraba yo preparada, para algo peor...
Me alegro de que te haya gustado. Hay que destripar un texto para sacarle toda su esencia. Con los míos hago lo mismo, pero peor, rozo la crueldad jeje.
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