lunes, 10 de mayo de 2010

Incertidumbre

Por aquí ando, después de tiempo en silencio :)

He titulado este post Incertidumbre, y es que ahora mismo no hay ninguna palabra que pueda resumir más mi situación. Me encuentro como en el aire en multitud de asuntos, y si bien ello guarda su pequeña porción de belleza, también guarda una gran porción de incomodidad.

Hacía tiempo que no sentía tantas dudas relativas a la literatura, y a mi futuro sobre ella. Supongo que mi cierta desilusión sobre ella es tan sólo el reflejo de cómo me siento en otros aspectos de mi vida (ya sabéis, los sentimientos de contagian de un área a otra).

Empezaré diciendo que, como muchísima gente ahora mismo, estoy sin empleo. Y eso me tiene desquiciada. Debería sentirme afortunada por disponer de más tiempo para escribir, pero mi inspiración ha decidido hacer eso tan propio de ella: desaparecer cuando más tiempo le puedo dedicar. Seguro que en un futuro, cuando ande ocupada y no tenga apenas tiempo para escribir, renacerá con toda su fuerza. Eso es así ;) El caso es que tras muchas vueltas y muchas dudas, he decidido ponerme a estudiar. No sé si alguna vez he mencionado que mi profesión no es que me apasione precisamente, y que llegué a ella y cursé esos estudios por azares del destino, y no por vocación. Me he torturado en infinitas ocasiones por no hacer algo más interesante con mi vida, pero solía consolarme diciéndome que, al fin y al cabo, mi gran sueño es ser escritora, y para lograr ese sueño ya estoy luchando. Y eso es verdad. Pero también es verdad que es duro trabajar en algo que te motiva poco o nada. Y es verdad, además, que siempre he sido un poco culo inquieto, y si bien me gusta escribir, también me gusta la fotografía, y el dibujo, y multitud de cosas más que no he tocado pero tocaría si pudiese tener siete vidas en vez de una. Total, que seguramente voy a comenzar un ciclo formativo de Diseño y Producción Editorial. Que, al fin y al cabo, tampoco se aleja tanto del mundo de la literatura.

Pero claro, me comen las dudas. Porque llevo siglos sin estudiar y me da cierto pánico dedicarme a eso y no a trabajar, o al menos no a tiempo completo. Pero bueno, supongo que si quiero dejar de sentirme estancada a nivel profesional, es lo mejor que puedo hacer. Y, además, el tema del empleo está tan mal, que o hago algo para ampliar mis posibilidades, o poca cosa veo en un futuro cercano.

Y siento soltaros este rollo que, en realidad, no tiene mucho que ver con la temática del blog. Pero ahora viene lo relativo a la literatura.

Mentiría si dijese que los libros de relatos de Calabazas en el trastero no han tenido parte de culpa, por decirlo de algún modo. Recibí todos los volúmenes publicados hasta la fecha, y varios relatos me han impresionado bastante. La mayor parte de los autores son noveles. Algunos son más o menos conocidos en la red, pero otros ni siquiera eso. Y eso, el encontrarme con relatos de gente totalmente desconocida que me han encantado, con relatos que además no están pulidos hasta la perfección, ha despertado mi consabido sentimiento de El arte, siempre, debería ser más visceral que formal. Y el resultado de todo ello ha sido cierta desilusión hacia el proceso que, nos guste o no, hay que seguir para ser un escritor consagrado. Porque sí, de acuerdo, he aprendido mucho desde que me tomo todo esto más en serio, desde que intento ser más correcta y escribir mejor. Pero no puedo evitar tener la sensación de que siempre hay algo que se queda por el camino. De que es muy difícil (que no imposible, pero muy difícil) mantener intacta el alma de lo que queremos transmitir, y al mismo tiempo ceñirnos a todas las reglas formales que convertirán nuestro trabajo en una buena obra a ojos de las editoriales. O, al menos, para mí es difícil.

Todo esto me lleva a la frase citada por Begoña en los comentarios del post anterior: El verdadero talento no necesita público. Entendiendo por ello que no se trata de que un artista trabaje sólo para sí mismo, sino que no porque una obra no sea conocida, es mala. Y me pregunto hasta qué punto hago bien (y ahora hablo sólo de mi caso particular) tratando de ajustar mis obras a los criterios de un público masivo. Porque tal vez no se trate de captar a un público muy extenso, sino de captar al público adecuado. Me doy cuenta de que, ahora mismo, me haría inmensamente feliz tener un relato publicado en Calabazas en el trastero (y que conste que no lo digo como algo quimérico: al fin y al cabo voy a participar en la próxima convocatoria, podría suceder!), y eso a pesar de ser una publicación pequeña y bastante difícil de encontrar. Pero, ¿por qué me haría feliz? Porque soy consciente de que tengo un montón de relatos escritos desde hace siglos que encajarían con lo que buscan, y, sobretodo, sé que su público valoraría mejor lo que es mi verdadero estilo, aquél con el que disfruto más a la hora de escribir. En otras palabras, he leído a ciertos autores en sus páginas que seguramente serían rechazados por una editorial enorme, y que tal vez jamás se conviertan en escritores importantísimos, pero que me han encantado porque escriben como y sobre lo que me gusta, y de los cuales compraría novelas enteras a ojos cerrados.

En conclusión, creo que echo un poco de menos la época en la que no me preocupaban las opiniones externas. Aquella época en la que escribía por el placer en sí de contar historias y plasmar sentimientos, y escribía lo que me daba la gana, sin pensar en el género o el público al que me dirigía. Cuando escribía para sacar algo que llevaba dentro, y punto. Me duele un poco darme cuenta de que, de todas mis obras, hay un par de las que estoy especialmente orgullosa y que son las que menos salida real tienen, porque no sabría a dónde enviarlas, y porque sé que si tratase de modificarlas para hacerlas aptas para el gran público, perderían todo lo que tienen de mí.

Como he mencionado en otras tantas ocasiones, y como ya sabéis, imagino que lo mejor es tratar de encontrar el equilibrio. Escribir algo que pueda llevarnos al éxito, pero disfrutando con ello. Porque, al fin y al cabo, debemos escribir para disfrutar, no podemos convertirlo en una tediosa rutina más.

Ahora estoy escribiendo una obra que espero poder presentar a varios concursos, y aunque se trata de una historia que hace unos años jamás hubiese escrito, estoy disfrutando con ella. Más de lo que esperaba en un principio. Pero sé que mi verdadero yo (el anárquico, el que no conoce de literatura correcta) me está llamando, reclamándome una atención que le tengo negada desde hace tiempo. Y me temo que, en cuanto acabe la obra actual, tendré que rendirme a él, aunque eso signifique pasar un tiempo (no sé cómo de largo) sin dar a luz ninguna obra presentable...

Disculpadme si os he aburrido :) Saludos!

37 comentarios:

  1. No me has aburrido en absoluto y es más, me encanta que expongas todas esas dudas que yo también tengo. Yo misma después de presentarme al G.A me he desinflado. He perdido bastante moral y pienso en algo que dice Eugenia Rico en La muerte blanca donde pone sus agradecimientos. Ella dice Un libro lo es antes de ser escrito.
    Me parece precioso y esta etapa _que me dedico a estropear mi blog, seguramente porque jamás pensé en tener uno y lo utilizo para tener trastero donde ordenar papeles y recuerdos que llevo acumulando muchos años y que creo que sirven para poco, nada o mucho según en que momento del día estoy_ me pido calma, me pido no quererlo todo ya mismo, me pido aprender a dosificarme porque no todo se puede querer ya mismo. Y porque todo vale. En escritura todo vale, todo complementa, todo tiene su espacio. ¿Que buen escritor no tiene una obra menos buena? ¿Qué novela considerada pésima no nos encantó más que cualquier obra de arte porque encajaba en nosotros como la pieza de un puzzle a medio armar que ahora es un puzle completo? Yo apuntaría muchas, porque leer es un proceso igual que escribir, todo vale.
    Eso opino, y opino que muchos de nosotros aunque nos dejemos la piel no publicaremos. Aunque nuestras obras y nuestra escritura tenga mucho que decirle al mundo. Y hay que encajarlo porque pudiera ser, pero eso no hará que escribir sea menos importante para nosotros, porque lo seguirá siendo y mucho; y a fin de cuentas no perdemos más que fama y euros. ¿Acaso nuestra vida es peor por ello? Esa es la pregunta que debemos hacernos y mi respuesta es un No rotundo. No podemos echar de menos aquello que jamás hemos tenido, y es algo que un escritor publicado puede perder.
    Por cierto me encanta ese curso que vas a empezar, y creo que sí tiene mucho que ver con literatura, me das envidia sana si es que la hay. La envidia de quien busca, porque quien busca siempre encuentra. Encuentra mucho más que quien se conforma y que quien no aspira a aprender.
    Te invito a escribir Días de lluvia un blog donde la tristeza, y comprobar que yo misma estoy estancada, pero todo es un proceso que al final termina fluyendo.
    Saludos

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  2. Que bochorno, me surgió a vuelapluma y es infinito. Te invito a borrar ambos si te apetece. Está claro que escribir es apasionante :(

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  3. Bueno, las dudas son buenas, nos ayudan a avanzar. En cuanto a creer que ninguna editorial apueste por lo que escribes, creo que todos pensamos eso en algún momento, yo incluido, y en el último año he firmado ya dos contratos con dos editoriales distintas.

    Ánimo, y a ello, a ver si te veo en el siguiente calabazas ;-)

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  4. "Ahora estoy escribiendo una obra que espero poder presentar a varios concursos, y aunque se trata de una historia que hace unos años jamás hubiese escrito, estoy disfrutando con ella."

    Me encuentro en la misma situación. Creía tener una imagen precisa de qué cosas me interesaban o merecían ser escritas y esos esquemas se están viniendo abajo. Podría decir que es porque ansío ser tomado en serio, o porque necesito un gran reto, pero tal vez sean las historias las que nos eligen a nosotros, y no al revés.
    Un saludo!

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  5. Te entiendo perfectamente porque a veces yo estoy ahí, pero afortunadamente son días sueltos.
    Ahora mismo estoy reescribiendo una novela que terminé hace dos años y medio. Le estoy dando más ritmo y he cambiado capítulos de sitio para que la historia fluya de otra manera. Igual un lavado de imagen pude venir bien a esas novelas de las que te sientes más orgullosas.

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  6. Begoña: No te preocupes por escribir comentarios largos... Como ves, cuando escribo posts me pasa exactamente lo mismo. Debe ser que me gusta también demasiado escribir o que no sé ser concisa ;) Tienes razón con lo de que no podemos echar de menos algo que no tenemos... al fin y al cabo, se supone que llevamos toda la vida (más o menos) escribiendo porque sí, porque nos gusta y sin ser publicados... tan malo es eso? Más de una vez se me ha ocurrido pensar que tal vez el día que consiga publicar, la cosa perderá parte de su encanto, porque además entonces ya no seré "libre", no sé si me explico, sino que tendré que tomármelo como un oficio... De todas formas me gustaría ser publicada, por supuesto! Pero creo que me lo voy a tomar con más calma, intentaré mover las novelas que ya tengo acabadas o a punto de acabar y que veo con más posibilidades, y luego me daré un tiempo de escribir sencillamente lo que quiera, sin presiones... Lo necesito :)

    Pedro: Gracias por el comentario y por pasarte por aquí! Me gustó mucho tu relato en Calabazas, por cierto :) Espero algún día tener la misma suerte que tú, y poder firmar por alguna editorial escribiendo lo que me gusta. Aunque no me gusta decir suerte, que al fin y al cabo no se trata sólo de eso, sino de currárselo. Escribiré para Calabazas y espero poder formar parte del próximo número.

    Francis: Es cierto lo que dices, y en parte también veo como un reto lo de escribir algo que no es por entero de mi estilo. En parte es algo así como salirse de lo fácil y de lo conocido. Pero aún así echo un poco de menos escribir en plan más libre... Supongo que hay que tener un poco de todo :)

    Anabel: En mi caso, mis obras más "representativas", por decirlo de alguna manera, son relatos cortos. Aún así, he pensado alguna vez en transformarlos, incluso convertirlos en historias más largas y elaboradas... Pero si bien con algunos de ellos sí me parece una buena opción y no descarto hacerlo, con otros no lo veo posible :/ Imagino que, de todas formas, será cuestión de buscar más, porque concursos y editoriales hay tantos, que en alguna parte encajarán...

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  7. Aunque tú digas que estás en un período de incertidumbre y que no sabes muy bien para dónde tirar... ¡yo te voy a dar la enhorabuena! Seguro que de esta racha incierta salen cosas muy pero que muy buenas, y esos estudios que quieres llevar a cabo seguro que te abren las puertas de un trabajo estimulante y que te llene, que es lo más importante. Además, seguro que aprendes un montón de cosas que sirven de cara a tus libros. Ya lo estoy viendo: "editorial a la parrilla", servicios de edición y de corrección :P

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  8. Vamos que me he emocionado y todo, jajajaja

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  9. instantáneas y eternas a la vez son la caida de un diente de león y la situación de desempleo... te pueden jurar que tarde o temprano, por una pura cuestión de gravedad e insistencia (creo que es la misma cosa pero Newton no se atrevió a decirlo) la cosa caerá...
    pero mientras, te quedas en suspenso como ellas, entre dos aires, sin poder tomar decisiones, al albur de vientos
    un beso y suerte,
    y visita mi blog de vez en cuando
    http://rafarrojas-lanadaylafuga.blogspot.com

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  10. Ikima: Sabía que me darías la enhorabuena! :P Pues sí, supongo que, en el fondo, a pesar de todas las dudas, saldrá algo bueno de esto... Aunque sólo sea lo que me voy a divertir estudiando diseño! Y lo de la editorial a la parrilla... todo se andará, igual combinando el ciclo con un curso de edición de textos... Jeje :)

    Rafa: Me ha gustado tu comentario, cuánta razón! :) Visitaré tu blog. Gracias!

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  11. Violet, no te confundas. Entiendo lo que quieres decir, pero creo que en medio del lío en el que la vida te anda metida, no me extraña que andéis liadas tú y tus tres personalidades.

    ¿Cómo? ¿tres personalidades?

    Exacto, la de escritora, la de correctora y la de lectora. Estás mezclando ambas en el proceso de escritura y por eso no te satisface tanto como antes.

    Primero viene la personalidad de escritora. Es la que hace el borrador de tu obra, la que no piensa, la que no se cuestiona, la que no organiza estilos ni parrafadas. Solo imagina. A veces, ni siquiera escribe. Solo vomita.

    Después viene la correctora, pero ella solo llega cuando la obra está terminada. Antes no tiene sentido. Esa es un poco perra, pero tiene sus propios criterios y suelen venir bien. Pero eso sí, después de un tiempo, porque hay que darle ese tiempo a la personalidad de escritora para que se vaya de vacaciones o, en su defecto, a escribir otra cosa. Si se acercan mucho la una de la otra chocan fijo fijo fijo.

    Y, por último, la personalidad lectora, que entra en acción bastante tiempo después de que la correctora haya hecho sus deberes. Es la que opina acerca del trabajo que han hecho las otras dos y la que llama a la una o a la otra en función de las necesidades de la obra.

    Con esto, lo que quiero decir es que, a la hora de escribir, olvídate de todo. Hasta de ti misma.

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  12. Fer: Como de costumbre, creo que tienes razón. Y creo que has resumido bastante bien lo que viene a ser mi conflicto principal... aunque yo no haya sabido explicarlo xD

    Lo que pasa es que me resulta tremendamente difícil conciliar esas tres personalidades. Comprendo lo de no mezclar la acción de las tres, la escritora, la correctora y la lectora. Y cada vez estoy aprendiendo más a diferenciarlas. Incluso en las obras que provienen de mi yo más anárquico y auténtico y que-pasa-de-todo he podido observar el bien que hace dejarlas descansar, y retomarlas pasado un tiempo, cuando la personalidad escritora se ha ido de vacaciones, como decías. Y me he dado cuenta de cosas que no me gustaban, de errores que la personalidad escritora no era capaz de detectar. Pero, aún así, me da la impresión de que si me dejo llevar, si escribo lo que quiero y punto, siempre acabo con obras que no hay por dónde cogerlas. Y no tanto porque sean horribles. No creo que sea cuestión de corrección, en realidad, sino de que me salen cosas muy caóticas, en el sentido de que no tienen un género concreto, ni un público concreto. Y esa incoherencia no suele ser buena a la hora de buscar la publicación de una obra. No sé si me explico... En el post trataba de explicar que me he encontrado con relatos de escritores desconocidos que me recordaban bastante a mi propio estilo (en cuanto a caótico y "no correcto", digamos), y me han encantado, pero también me he visto reflejada en cuanto a que sé que esos relatos tampoco pasarían el filtro de una gran editorial. De ahí vienen mis dudas sobre escoger el público adecuado, en lugar de empeñarse en tirar siempre hacia editoriales y concursos enormes.

    Pero bueno, voy a dejar ya este comentario eterno, que mis tres personalidades se están enredando entre ellas, otra vez :P Saludos!

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  13. Lo de dedoblar (o destriplicar :P) las personalidades que confluyen en todo creador es algo bastante difícil. Es complicado no ser tiquismiquis mientras escribe y, sobretodo, si quieres planificar una obra para que tenga algo de sentido también hay que aplicar el sentido lógico, la parte más racional, para distribuir el argumento y los capítulos de una forma que el lector pueda captar. Después, lo de la corrección, será un trabajo arduo, pero no puede corregir un libro entero. No se puede crear una obra entera desde la corrección, debe venir con unos cimientos muy claros, y esto le quita cierto "romanticismo" al proceso creador. Después, la de lector, es la más dura, porque es cuando en ocasiones tu obra te decepciona, pero eso ya son otras cosas...

    El caso es que yo siempre me diversifico mucho, y al final lo que hago es tener obras de varios tipos: que intenta adaptarse a algo más de concurso o más clásico (diría más comercial, pero el concepto está muy deteriorado y no expresaría bien lo que quiero decir) y otro más libre, más de mi gusto, que no creo que llegue a publicar jamás pero que me exorciza y me hace muy feliz. ¿Por qué hay que decantarse por una u otra cosa si, en la medida de lo posible, se puede hacer todo?

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  14. Siento las erratas. Como dice Fer, lo he "vomitado".

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  15. Interesante lo que apuntas, Fer. Yo comienzo a corregir antes de terminar de escribirlo todo. Y por eso tengo mis mejores obras estancadas casi a su final, por eso y por nostalgia. Me ha gustado tu clase de hoy porque me aclara mucho mi trabajo. Gracias

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  16. Estoy de acuerdo con Ikima, el problema de olvidarse de todo a la hora de escribir es que no se puede crear una obra "adecuada" desde cero. Es inevitable, si tus intereses van hacia la idea de presentar tu obra a un concurso o editorial importante, comenzar a crear unos cimientos desde el principio. A mí también me está pasando lo de tener diferentes tipos de obras: están las que estoy enviando a concursos, con las que estoy contenta pero que tal vez no son tan viscerales, y las demás, que son más mías y están ahí un poco olvidadas :)

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  17. Hola a todos,

    Violet, leí tu post casi en el momento en el que lo publicaste y quise responderte, pero la verdad es que estoy muy liada, demasiados frentes abiertos, y realmente agotada.

    La verdad es que el curso suena de lo más prometedor y, sí, creo que te va a dar una visión muy buena sobre el mundo editorial, que los que no estamos dentro desconocemos pero que debe ser muy útil para desenvolverse en este mundillo. Por tanto creo que es un proyecto interesantísimo y que te va a aportar mucho más de lo que crees.

    Sé por experiencia que estar en paro cuando uno no quiere estarlo es horroroso. Pero también es un momento que está lleno de oportunidades, se tiene tiempo para pensar, reciclarse, escribir, estudiar. Algo que cuando estás trabajando, no se tiene. Creo que el mejor consejo que te puedo dar es que aproveches ese pequeño regalo que el destino te ha hecho, y que lo mires del lado más positivo que puedas. Tiene muchas ventajas y debes aprovecharlas para que sea un periodo fructífero en tu vida. Eso no quiere decir que no desees trabajar, sino que estás sacando el mayor partido posible a una situación que te ha venido dada.

    Respecto a lo de escribir, entiendo que nuestro mayor ansia (la mía lo es), es poder vivir de esto y para ello es imprescindible que nos publiquen. Pero cuidado con idealizar totalmente el mundo de la literatura, estoy segura de que tiene también muchos inconvenientes y que hay que contar con que existen. Tal vez Ricardo Gómez nos pueda hablar de ellos en alguna ocasión para que tengamos una visión más realista sobre este tema.

    Y dejo para el final lo que para mí es más importante. Escribir, por lo menos en mi caso, es posiblemente lo que más me gusta hacer en esta vida. Pero no nos engañemos, es una actividad que exige muchísima disciplina y mayor perseverancia. Una de las mayores dificultades es tener tu estilo propio, tanto formal como de contenido. Imitar es una tentación enorme porque sólo los grandes escritores consiguen hacer algo distinto a lo que hacen todos los demás. Si tú tienes esa cualidad, no la desprecies, pero debes pulirla. Cuenta las historias que quieres contar, porque te divertirás más y porque ofrecerás un producto diferente que te distinguirá del grueso de escritores con los que debes competir. Y eso sí, no creas que esto es algo fácil, que se escribe y punto. Corregir es fundamental, pulir la forma sin que la historia pierda ni fuerza. No necesariamente implica que has escrito algo mal, sino que es mejorable. No hay que desdeñarlo, hay que mejorarlo.

    Creo que en realidad tú tienes todas las respuestas, pero estás viendo que el camino que tenías tan idealizado no es perfecto, sino que está plagado de sacrificios, inconvenientes y decepciones. Pero creo que los que llegan a la meta (que no necesariamente es el prestigio ni el reconocimiento del resto del mundo), son los que se crecen con las decepciones y los inconvenientes para mejorar.

    Saludos a todos,

    María

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  18. Violet!!! El otro día me compré un libro sobre cómo alcanzar la sabiduría en esta vida.Hay una frase que me llegó a lo más profundo y que pienso llevar en mi cabeza hasta que me muera.Es la siguiente: "Es mejor ser padres de nuestro futuro, que hijos de nuestro pasado" El autor... Miguel de Unamuno. Así qu eya sabes.No mires para atrás y sigue labrándote el futuro que es lo mejor.Lo que pasó nadie puede cambiarlo, así que sé feliz con la decisión tomada y mira de frente a la vida.

    Por otro lado os quiero dejar un enlace donde podemos darnos de alta como autores. Es el siguiente: www.librovirtual.org/

    Bueno, saludos!!!

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  19. Es cierto, Ikima, Violet y compañía. Se me olvidó una personalidad. Es la que uso siempre al principio (a pesar de estar usándola constantemente en la vida). No es más que la personalidad del organizador.

    Yo me paso la vida organizándolo todo, soy un maniático de cojones, un controlador nato y un manipulador de la hostia.

    Por tanto, es imposible que no lo sea también en la escritura.

    Antes de usar la personalidad del escritor, siempre uso la del organizador. De hecho, es el organizador el que decide que es el momento de darle paso al escritor, porque se ha encargado del trabajo previo:

    1. Dos años o tres meses o una semana o cinco siglos antes de abrirle la puerta al escritor, fue el que percibió la chispa en aquella frase, en aquella canción, en aquella escena, en aquella pareja que había a tu lado en la cafetería y vio que de ahí podía sacarse una historia.

    2. Después de esos dos años, mientras el Fer señor de la limpieza hace sus tareas, le da vueltas a esa chispa y la va desarrollando casi inconscientemente hasta que, precisamente ella, llama al consciente y le dice que hay una historia.

    3. Durante ese tiempo, hace esquemas, organiza, piensa personajes, plantea escenas en su cabeza mientras va caminando por la calle, o mientras grita palabrotas al resto de conductores en los atascos. Se compra un cuaderno, sigue haciendo esquemas, disecciona capítulos. En definitiva, organiza el viaje.

    4. Cuando el viaje tiene claro su origen, las paradas, su destino y su etapa final, le abre la puerta al escritor para que él lo enmarañe con sus garabatos.

    Lo que quiero decir es que uno no puede ponerse a escribir un borrador sin más si no tiene una idea muy clara, clarísima, acerca de lo que va a escribir, ya sea una novela, un cuento, un poema o una lista de la compra.

    No creo en escribir "para" (para concursos, para editoriales, para lo que sea). Creo en escribir a secas y, una vez escrita, corregida y terminada, plantearse el "para". Ya sea el "para dejarla en el cajón", "para dejarla reposar", "para mi madre" o "para esta editorial" o "para este concurso".

    Escribir "para algo" de antemano no funciona porque es un cortocircuito enorme, es una barrera tremenda y una losa muy pesada que le corta las alas al escritor...

    O al menos así es como yo lo veo.

    Jamás me planteo para qué estoy escribiendo algo (a excepción del "para ser leída") hasta que no termino lo que estoy escribiendo...

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  20. María: Gracias por el comentario :) Y creo que tienes razón, tal vez se trata con sólo de que estoy empezando a darme cuenta de lo espinoso que resulta este camino...

    Enrique: Cuánta razón :) Gracias!

    Fer: Yo sí creo en escribir "para". De hecho, en muchas ocasiones es inevitable. En los concursos de relatos cortos, por ejemplo, muchas veces se solicita una temática y extensión muy concreta, y es complicado tener un relato escrito de antemano que coincida con lo que se pide. Con las novelas no suele ser algo tan estricto, pero puedo asegurarte que si me dedicase a escribir únicamente lo que me apetece, al final no tendría obras que presentar a concursos, porque no me coincidirían los temas, el género, la extensión o el público al que se dirigen. No es que me guste escribir "para", pero al menos en mi caso y teniendo en cuenta lo que suelo escribir cuando voy por libre, creo que es inevitable. Y a mucha gente le debe de pasar lo mismo. Y añadiría algo más sobre lo de la personalidad del organizador, pero soy tan cansina a la hora de darle vueltas a los procesos creativos de cualquier tipo de arte, que casi me lo guardaré para otro post ;)

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  21. No sé, yo es que creo precisamente que un cuento, por ejemplo, tiene posibilidades de ganar un concurso cuando fue escrito en sí mismo, cuando, por sí mismo, se adapta a los requisitos de un concurso. No al revés... Pero, como siempre, esa es mi visión :P

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  22. Fer: Debe ser entonces que yo escribo cosas muy absurdas, porque nunca he podido presentar un cuento que ya tuviese escrito en uno de esos concursos que piden temática determinada xD

    No sé, yo creo que no existe ninguna fórmula para lograr el éxito con lo que se escribe. Si me quejo de no poder escribir tan libremente como quisiera, en realidad no es porque piense que escribiendo de forma más "controlada" jamás podré ganar. De hecho, y es una de esas cosas que, en parte, me duele recordar (por ser una puñalada más hacia mis relatos más frikis), la única vez que he sido publicada (aunque en una muuuy pequeña publicación que pasó sin pena ni gloria y ni vi en las tiendas ni nada xD), a raíz de ganar el 3º premio en un concurso de cuentos para una antología, fue gracias a un relato que no es para nada de mi estilo, y que todo el mundo considera como bastante poco propio de mí. Y sin embargo en otras ocasiones he presentado obras en las que me había dejado la piel, y nada. Así que ya ves :s

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  23. Yo creo que primero tenemos que machacar el tema de la corrección hasta que sea algo natural y mecánico. Me explico: cuando uno se deja llevar y escribe de forma visceral, dejando fluir las palabras, es más que probable que el texto final tenga gran cantidad de incorrecciones o, por lo menos, que sea bastante mejorable. Sin embargo, es bastante difícil corregir este texto visceral posteriormente sin quitarle la chispa o sin modificar en parte su esencia. Por ello, aprendiendo a corregir como un acto natural (me refiero al acto inconsciente, como pulsar las teclas del ordenador (deprisa, ¿dónde está la letra "B"?) o cambiar las marchas del coche) los textos podrán ser correctos y viscerales a un tiempo. Y, bueno, espero que hayáis entendido algo, porque esto sí que me ha salido de dentor y ha quedado algo confuso jajaja.

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  24. Ikima: lo he entendido, y estoy totalmente de acuerdo! :D

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  25. yo también estoy de acuerdo, Ikima. Pero aun así, el proceso de corrección tiene que estar siempre presente, porque se hace con la obra terminada, cuando tienes un todo delante para analizar... Desgraciadamente, es en la corrección cuando uno más aprende. Y digo desgraciadamente porque las correcciones suelen ser durísimas.

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  26. Pregunta para Fernando, ¿Crees que después de la corrección tu libro ha cambiado mucho? ¿O viene a ser lo mismo que escribiste página por página pero más depurado?
    Me intriga si un corrector tiene un punto de vista diferente al de un escritor. Yo hago copia de las copias porque tengo mi corazoncito también y termino con diez versiones de lo mismo, de ahí la pregunta :)

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  27. Es exactamente lo mismo que yo escribí pero mucho más depurado. No te puedes ni imaginar, Begoña, la de cosas que sobraban. Sin ellas, la novela no solo dice lo mismo, sino que lo dice mejor!

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  28. Me alegra escucharlo, siempre pensé que le daban otro enfoque o cambiaban la forma. La novela que estoy terminando la enviaré a un corrector, más que nada por tener una opinión profesional de mi escritura, y era el miedo a que le dieran la vuelta a todo lo que me frenaba. Gracias por la aclaración.

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  29. Pero, Begoña, ten en cuenta que todos los cambios de estilo que se le han hecho a mi novela, los hemos hecho entre el editor y yo. Que no es lo mismo que un corrector, imagino que han de ser procesos diferentes. Sin embargo, como tú siempre tendrás la versión original, cuando tengas la versión revisada por el corrector, siempre podrás comparar y decidir por ti misma...

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  30. Begoña: Yo he enviado dos novelas diferentes a corregir, que son las dos que envié a los premios BdV y GA estas dos últimas ediciones.

    En el primer caso, con la de BdV, me indigné un poco :P En general no me hicieron mucho destrozo, pero me corrigieron ciertas cosas que yo no consideraba incorrectas, sino más bien como que formaban parte del estilo (ciertos comentarios muy personales y sarcásticos, por ejemplo). Luego tuve que reconocer que tenían razón, y a eso me refiero cuando digo que suelo escribir obras que no son fácilmente catalogables, porque el problema es que mi novela era una historia con un trasfondo divertido y un poco infantil, pero con mucha temática adulta por otro lado. Eso era un problema, porque a veces no quedaba claro para qué tipo de público estaba escribiendo. Tuve que modificar bastantes cosas no porque estuviesen "mal", sino porque no eran adecuadas para un público infantil (y se suponía que yo quería enfocar la novela a literatura infantil, para BdV). De todas formas, aún ahora creo que hay cosas que podía no haber cambiado, ya que, por ejemplo, tenemos a Roald Dahl, que es un escritor que tiene obras para niños pero con pasajes muy crueles que entendería mejor un adulto, y nadie lo considera un problema, sino parte de su estilo! :P Pero, como me dijeron en mi informe, y tenían razón: para permitirse ese tipo de licencias estilísticas ya hay que ser alguien grande. Al principio, cuando no te conoce nadie, tienes que pasar más por el aro. Eso me dijeron, y me molestó, y me sigue molestando :P

    En el segundo caso acabé muy contenta (con mi trabajo, sobretodo) porque no me "destrozaron" nada y las únicas correcciones que me realizaron fueron de forma, y no demasiadas. En general me felicitaron tanto a nivel de redacción como de temática, que consideraron muy adecuada para el público.

    ¿Diferencia? La primera novela la escribí "libremente", sin plantearme en un primer momento para qué, y la segunda ya la escribí con miras a presentarla a concursos de LIJ. (Fer, a este tipo de cosas me refería con escribir "para").

    Pero en ninguno de los dos casos considero que me hayan destrozado nada. En primer lugar, me devolvieron el archivo de la novela con todas las correcciones, pero a falta de aceptarlas o no aceptarlas. Es decir, no modificaron nada sin mi permiso, sino que me enviaron el documento de Word con todas las anotaciones, en espera de que yo finalmente llevase a cabo los cambios o no. Y, por otro lado, el original seguía en mi poder.

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  31. Pues yo no estoy de acuerdo con lo que te dijeron, en absoluto. O sea, que para hacerte grande, tienes que ser primero del montón? Pues yo no lo veo así, lo siento. Puede que sea una persona muy impaciente, que lo soy. Pero si valgo para esto, valgo. Y si no, pues no. Pero no voy a estar unos años haciendo algo que ni siento ni creo para que me dejen participar en ello.

    Si tienes un estilo definido, exprímelo, úsalo, perfeccionalo y corrígelo. Pero no pierdas la esencia de tu estilo, o la perderás de tí misma. No va en absoluto reñida con la calidad literaria, fondo y forma no son lo mismo aunque sí son complementarias.

    Yo al menos lo tengo claro. Espero terminar mi novela en unos diez días. Me ha llevado casi dos años escribirla, os aseguro que me he divertido mucho, que me siento orgullosa de mí misma y que me ha supuesto un esfuerzo titánico. También os diré que cada vez que la leo veo algo que corregir, una frase que retocar o una coma que añadir o quitar. Pero he escrito, exactamente, lo que quería. Es diferente a todo lo que he visto, ¡aleluya! Los editores tendrán ahora su palabra, ellos tendrán que hacer su trabajo, porque yo ya he hecho el mío. Y lo he hecho lo mejor que he podido, aunque no dudo que tengo que aprender muchísimo todavía. Sé que estoy en sus manos para que me publiquen, a ellos les toca decidir, y lo acepto. Pero de ninguna manera voy a dejar de hacer lo que creo y como lo siento para conseguir ser publicada.

    Perfecciona tu estilo, usa el sentido común, trabaja y corrige. Pero por nada del mundo dejes de ser tú misma. Eso es precisamente lo que te hace ser distinta y única

    Buenas noches a todos

    María

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  32. Creo que entre Fernando, Violet y María me ha quedado todo muy claro. Pero ay, María, cómo me identifico contigo, buscamos la aguja en el pajar, eso es: el editor hecho a medida para nosotras y en mi caso creo que aún no ha nacido y que me pillará muy anciana para entenderme con él. Aunque claro, a mí me sirve con publicar después de muerta, con lo cual aún en el otro mundo seguiré teniendo esperanzas. De momento disfruto mucho con mi blog que es tan caótico como mi propia cabeza pero es un ensayo de fondo.
    Acabo de enviar una parte de novela a un editor, y en la parte que pedía hacer una breve presentación me presenté de pena. Creo que la sinceridad me acabará matando, creo que ama de casa mala estudiante no encaja con alguien que quiera publicar. Si te fijas en las contraportadas de los libros hay grandes carreras detrás. Pero que muy grandes carreras. Aunque la parte buena es que para escribir sin que te publiquen puedes ser tú misma. Y eso lo serás aunque ni lo intentes, esa es la parte buena del todo :)

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  33. la carta de presentación de JK Rowling era la de mujer parada, divorciada, con un bebé y sin un penique para mandar hacer copias de mi libro, así que se lo mando escrito a mano. En manos de un buen publicista puede vender mucho... pero el producto (tu libro) tiene que ser bueno. Luego ya vendrá el resto.

    Respecto al editor, estoy segura de que sí existe, como sí que creo que hay mercado para lo que he escrito. No voy a esperar a muerta. A mi eso no me consuela. Si no valgo y no se publica seguiré con mi vida de 'oficinista'.

    En fin, fe, perseverancia y mucho trabajo.

    Buen fin de semana a todos

    María

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  34. Me ha gustado tu blog
    Te sigo, nos seguimos leyendo.

    Que dios te me llene de bendiciones para ti, tu familia y tu blog.

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  35. María: A mí también me pareció indignante, aunque supongo que me lo dijeron con buenas intenciones, como consejo ante lo que se suele valorar en las editoriales. Es que, sinceramente, a veces dudo mucho -muchísimo- de que una editorial busque algo diferente. Me da la impresión de que buscan el éxito seguro (cosa comprensible, por otro lado), y prefieren apostar por algo muy manido pero que se lleve (sólo hay que ver cómo han brotado sagas vampíricas como setas, después del éxito de Crepúsculo). Es una lástima, porque a mí precisamente me agota sobremanera llegar a una tienda y encontrarme millones de libros iguales. Me agotaba cuando se puso de moda el fenómeno Código Da Vinci, y todo lo que sacaban eran novelas sobre códices secretos y misterios religiosos. Y me agota, a nivel juvenil, que ahora estén de moda las historias pseudo siniestras, de vampiros románticos. Y no me creo la única a la que le salen alergias si le intentan meter algo por los ojos a toda costa.

    Enhorabuena por terminar tu novela! Y mucha suerte buscando al editor adecuado, yo seguiré haciendo lo propio con mis obras. Algún día daremos con él :)

    Begoña: No creo que haya que tener un perfil determinado para publicar. Por si te sirve de algo, te pongo otro ejemplo (aunque el de JK Rowling es desde luego muy ilustrativo!): lo primero que leí de Poppy Z. Brite, mi escritora fetiche, cuando fui a leerme su primera novela contaba que, antes de publicar, había trabajado como fabricante de golosinas, bailarina exótica y cuidadora de ratas de laboratorio ;)

    REMIRL: Gracias! :)

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  36. Creo que tengo un mix aterrador de persona soñadora a la par que terriblemente realista... Veremos qué es lo que pasa. De momento he decidido cambiar un par de escenas y escribir con más calma el final que tenía pensado. Calculo que me quedan un par de meses (mínimo) para acabar la novela pues ya sabéis que escribo muy despacio. Una vez superada la ansiedad inicial, confieso que estoy feliz. Me encanta escribir, puro masoquismo, supongo. Y alargar esto un tiempo más no me disgusta en absoluto.

    Saludos a todos ;)

    María

    PD Violet, no puedo estar más de acuerdo contigo sobre la oferta literaria en general. Cualquier día me busco un capitalista y monto una editorial. Necesitaré buenos escritores, con ideas propias y obras originales. Y alguien que, además, sepa algo de producción editorial. Afortunadamente, sabré dónde encontraros!

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  37. Apuntar que también me agotan las modas de libros, como las de la ropa o complementos, menudo hartazgo. Por eso me atrajo un libro, La hescritora de Cuca Canals. Lo estoy leyendo y de verdad que me parece lo nunca escrito, me tiene enganchada, aunque apunto que es de una editorial que me gusta bastante. Hasta el punto de enviarles hace como quince años mi primer cúmulo de 326 páginas. Era una tierna chapuza, lo reconozco, pero las palabras que me enviaron a modo de crítica me elevaron al cielo y aquí estoy, en ferviente locura. Sin descartar enviarles cualquier día otra muestra de lo que soy capaz. Ya sabemos que me puede la nostalgia :)

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