Sí, veis bien, Violet escribiendo un post ;)
Bueno, he decidido que ya está bien de vaguear (aunque eso no sea exactamente lo que he estado haciendo todo este tiempo, por supuesto :P) y retirar las telarañas de mi inspiración. Porque, al fin y al cabo, la mejor manera de recuperar la inspiración es haciendo algo.
Y de eso quiero hablar. Estoy aquí para recomendaros un libro que he terminado recientemente y que considero sumamente interesante para todos los que pululamos por este blog, y, de hecho, para cualquiera que tenga un sueño, un objetivo que cumplir.
Ese libro es Serendipity. Mentiría si no reconociese que, entre otras cosas, lo recomiendo porque conozco a su autor desde que tengo uso de razón. Es amigo de mis dos hermanos, ambos varios años mayores que yo, y creo que mi primer recuerdo ligado a él se remonta a cuando, teniendo yo unos cuatro años, me llamaba fresita, debido a un conjunto muy majo de camiseta y pantalón que yo tenía, blanco con dibujitos de fresitas. Pero, después de esta información que no hacía ninguna falta, debo decir también que el hecho de que conozca a su autor es lo de menos, porque el libro me parece una joya y de no ser así no estaría aquí recomendándolo.
Y la cuestión es, ¿qué es serendipity? Como bien explica Guzmán López (psicólogo, escritor, músico, viajero, formador, consultor y no sé cuántas cosas más) en su libro, es una palabra que, aunque aquí conocemos por serendipia, en realidad no figura en nuestro diccionario. Pero bueno, su significado original y el que nos atañe es que serendipity es algo así como encontrar algo por accidente. El libro nos muestra cantidad de historias sobre descubrimientos que se hicieron de formas totalmente casuales (algunas muy surrealistas), como el famoso Post-it, el LSD o las tiritas. Pero, en realidad, lo que trata de mostrarnos es que, aunque muchas veces lo parezca, no somos simplemente víctimas de todas esas casualidades que van flotando en el éter. Se trata de vivir y actuar de forma que la serendipity nos encuentre o, dicho de otra forma, de comportarnos para atraer lo inesperado, que al fin y al cabo es lo que, en la mayor parte de los casos, nos trae las experiencias y descubrimientos más extraños y/o interesantes.
El libro desecha totalmente la idea de que existan personas naturalmente creativas o con una tendencia innata al éxito. Por el contrario, nos da las claves para que todos podamos aprovechar la fuerza de la serendipity para encontrar nuestras propias ideas, nuestro camino. Una de esas claves es, por ejemplo, saber cómo enfocar un fracaso para que éste no suponga lo que todos tendemos a considerar, una derrota, sino una oportunidad para cambiar nuestra dirección o nuestro modo de hacer las cosas y encontrar, así, por el camino, hallazgos que nunca nos hubiésemos imaginado.
Si os paráis a pensar en ello un momento, ¿cuántas cosas importantes en vuestra vida han sucedido de forma accidental, o directamente absurda? A mí se me ocurren unas cuantas, pero tal vez la que me parece más significativa ahora mismo, y la que más interesa al caso, es precisamente el modo en el que terminé formando parte de Literatura a la Parrilla. Supuestamente, acababa de enfrentarme a un fracaso, pues me había presentado al premio BdV y no obtuve ningún éxito. Sin embargo, gracias a la hirviente actividad del blog de Reporteros 2.0, acabamos poniendo en marcha este blog. Gracias a él, hemos tenido la oportunidad de compartir experiencias e información relativa a la literatura de la que antes no disponíamos. Hemos dado (y, aunque digo hemos, debo decir que el mayor mérito lo tiene Ikima!) con mucha información interesante para ir mejorando cada vez más nuestra forma de escribir, y, de hecho, creo que, hoy por hoy, no me encontraría tan satisfecha con mi última novela de no ser por todo lo que he aprendido durante este último año. Tal vez no se trate de un acontecimiento que me haya acercado al éxito, pues en ello estoy aún, luchando, presentando mi novela a certámenes para ver si algún día suena la flauta, pero en todo caso, ahora, después de haber fracasado en la anterior convocatoria, me noto mucho más centrada y, paradójicamente, cerca de mi objetivo, de lo que estaba antes. De igual modo, puedo decir que la idea que aún estoy desarrollando para mi próxima novela infantil (la famosa historia sobre cucarachas) surgió de la manera más absurda: durante una cena con mi novio y mi hermana, después de bebernos una botella de vino, y mientras desvariávamos terriblemente sobre el asco que dan las cucarachas. Y, sin embargo, ahora todo mi entorno me anima a continuar escribiéndola porque le ven mucho potencial. Eso no significa, tampoco, que disponga ya del éxito al alcance de la mano. Eso no lo puede garantizar nada; tampoco la famosa serendipity. Pero, al menos, deja bien claro que muchas veces las ideas más brillantes nos sobrevienen cuando menos las buscamos. Y de eso, resumiendo, trata el libro: de saber estar con los ojos bien abiertos para que esos momentos brillantes en los que lo absurdo se pone de nuestra parte no nos pasen de largo.
En definitiva, os lo recomiendo. Además de todo lo útil que pueda enseñarnos, es un libro realmente divertido y ameno.
Y por hoy, dejo de daros la brasa. Intentaré que no pasen mil años antes de volver a escribir un post. Saludos!
¡Qué ilusión tener nuevo post! :) El libro tiene realmente muy buena pinta y además aun sin ser ficción trata un tema que me parece muy interesante. Ya te codeas con el mundo de los escritores con obra editada jeje.
ResponderEliminarlo tendré en cuenta! :)
ResponderEliminarLo tendré en cuenta. Aprendimos mucho el año pasado al presentarnos al concurso de SM. Yo no lo considero un fracaso el no haber ganado. Eso me anima a seguir intentándolo y a esforzarme por escribir mejor.
ResponderEliminarViolet, suerte en el concurso. A ver si este año hay suerte, pero la cosa está muuuy difícil.
Yo creo que cada día aprendo algo nuevo, y aquí es uno de esos sitios en los que aprendo o tengo acceso a posibles aprendizajes, ya sea a través de consejos de todos vosotros, de enlaces interesantes... Fue una cosa muy buena conocernos, y aún no ha pasado ni un año :) Recordad que nuestro primer cumpleaños será el día del libro, y además de forma no premeditada (¿tendrá algo que ver con serendipity empezar este blog el día del libro?).
ResponderEliminarYo me doy cuenta de lo que he ido aprendiendo cuando empiezo a leer un libro mío que escribí varios años atrás y le encuentro fallos por todas partes que antes no encontraba. O mejor aún, no le encuentro fallos a nivel formal, ni de redacción... pero se me ocurren varias formas de empezar la narración mucho más atractivas que la empleada. Se me ocurre dónde cortar un pasaje para generar más tensión... En fin, creo que con un poco de suerte corregir mis obras ya no será sólo una cuestión de encontrar fallos gramaticales. ¡A por el cambio!
Por supuesto que fue gracias a serendipity que empezásemos el blog el día del libro! ;)
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