lunes, 16 de mayo de 2011

Bendita indignación

Ayer pasé gran parte de la tarde con la piel de gallina.

Mientras avanzaba pasito a pasito por la avenida desierta, en dirección a la Plaza de España, mi yo más pesimista presentía una decepción mayúscula. Me curaba en salud: “Ya verás, no va a haber nadie”; “habrá cuatro gatos desperdigados y tendremos que irnos por donde hemos venido”. Pero cuando llegué a la plaza el corazón empezó a latirme con fuerza y los ojos se me pusieron como platos. No me lo podía creer. El llamamiento a través de la red de los indignados y los desencantados había cuajado más allá de cualquier expectativa.

Como soy una idealista incurable, me permití el lujo de soltar un par de lágrimas detrás de mis gafas de sol y de sentirme orgullosa de toda la gente que había alrededor de mí. Hasta llegué a plantearme seriamente que hay ESPERANZA, que el país “donde nadie se mueve” se está moviendo desde las entrañas y hasta las puntas del pelo. ¡Qué bonito!

Gracias a todos los españoles que ayer salieron a la calle para exigir un mundo mejor, el mundo que tendrán nuestros hijos, más allá de ideologías, creencias y política.

Hace un par de días vi en los informativos un prototipo de avioneta que funcionaba únicamente con energía solar. Cuando le preguntaron al ingeniero que la había diseñado sobre su aplicación a la aviación comercial, dijo algo así como: “Sería de locos decir que es posible, pero sería de idiotas decir que es imposible”.

Esta frase que tanto me llamó la atención fue el preludio perfecto de lo que sentí ayer.

Seamos locos. Es infinitamente mejor que ser idiotas.

http://democraciarealya.es/


2 comentarios:

  1. La falta de tiempo me impide extenderme, pero estoy de acuerdo en todo!! :)

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  2. ¡Yo también te debo un comentario extensísimo a tu último post! Jajaja, vendemos caro el minuto... ¡Un besito!

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