¿Hola? Llevo tantísimo tiempo sin pasar por aquí que ya casi me da vergüeza asomar la cabecita :)
En fin, creo que hay tantas cosas de las que quiero hablar, que o escribiré un post de dos kilómetros o acabaré resumiendo tanto que no diré nada.
Bueno, como ya dije en varios comentarios por ahí abajo, he estado muy muy perdida debido a mis estudios. El año pasado decidí dar un enorme paso y ponerme de nuevo a estudiar, después de muchísimas dudas y muchísimo vértigo. Quería estudiar algo relacionado con el Diseño Gráfico, que me encanta, pero el caso es que, a nivel público, lo más parecido (si exceptuamos estudios abiertamente artísticos como Bellas Artes) es Diseño y Producción Editorial. Muchos de mis compañeros de clase se tiraron de los pelos en cuanto se dieron cuenta de que este ciclo se centra mucho más en la actividad editorial que en el diseño, pero en fin... Yo no me puedo quejar :)
Creo que lo más importante que me ha sucedido en los últimos meses, además de estar disfrutando con los estudios, es que he recuperado la motivación para volver a escribir. Y no es que ahora vea la quimera de publicar como algo más cercano o posible (más bien al contrario: conocer más de cerca el negocio editorial me está haciendo comprender hasta qué punto son importantes los beneficios y asegurarse de que una obra, ante todo, se venda bien, por lo que no es fácil apostar por proyectos arriesgados), sino porque estoy redescubriendo el encanto (que últimamente se me había hecho un poco difuso) de contar historias, sobretodo porque ahora no sólo me fijo en el contenido sino en el continente: cómo hacer que un libro no sólo sea bueno en lo que cuenta, sino que vaya acompañado de un formato, materiales, ilustraciones, maniobras de marketing que se adapten a sus características. Y es que todo forma parte de lo mismo: darle forma a las historias, hacerlas accesibles y atrayentes. No sé si alguna vez lograré publicar, pero de momento me encuentro con el proyecto de fin de curso entre manos: tengo que producir, de principio a fin, una obra literaria, y he optado por una de mis novelas infantiles. He tenido que realizar un estudio de la competencia, voy a tener que decidir materiales y formato, y estoy supervisando la creación, por parte de un artistazo en potencia muy cercano, de las ilustraciones. Y no, no es lo mismo que escribir, pero me parece otra faceta apasionante del proceso creativo.
También me gustaría hablar de cuánto estoy alucinando en los nuevos modos de contar historias, y es que últimamente la LIJ me está maravillando en ese sentido hasta el punto de hacerme sentir aún más criaja de lo que a veces soy :P. Cada vez son más las novelas interactivas que no sólo ofrecen una historia en formato libro, sino que complementan la misma a través de vídeos y pistas rastreables por la red, creando una confusa sensación de no saber dónde termina la realidad y comienza la ficción. Dentro de este estilo he terminado de leer recientemente Proyecto Amanda: Invisible, y no sólo he disfrutado con la historia, sino que estoy ahora disfrutando con todo lo que hay montado en la página web, pero no voy a extenderme con esto porque creo que podría escribir un post entero dedicado a ello.
Por lo demás, vuelvo a tener inspiración por primera vez en mucho tiempo. Dudo que pueda dedicarme mucho a escribir hasta que termine el curso, porque ahora me queda un mes y medio para terminar y voy a estar ocupadísima (bueno, como he estado desde octubre: en este ciclo no dan tregua), pero espero poder aprovechar en verano e ir dándole forma al nuevo proyecto. Tal vez me encuentro más animada porque hace tiempo que no me presento a ningún certamen y se ha ido diluyendo en el tiempo la sensación de desazón que supone no lograr nunca nada, pero, sea como sea, me alegro de volver a tener ganas de escribir.
Y por ahora poco más, que por mucho tiempo que llevase sin aparecer por aquí, no se trata ahora de hacerme cansina.
Hasta luego!
Bien, creo que no has explicado lo mejor de todo, Cómo se pierden las ganas de escribir. Me gustaría saberlo. Encuentro mucha sensatez dentro de blogs que se dan tregua porque saben que no escribirán nada interesante... y tampoco puedo hacerlo. Uff.
ResponderEliminarInteresante lo del curso, sobre todo porque obliga a crear una obra propia.
Saludos
He mirado varias veces de hacer el módulo que estás haciendo tú, Violet, pero pienso que ya soy demasiado mayor y además, al tener una carrera universitaria (que no me sirve de nada, para qué engañarnos XD) me da la sensación de estar yendo hacia atrás. Sin embargo, tal como lo explicas, me parece bastante apasionante y no descarto pensármelo en serio para el curso que viene. Espero que tengas mucha suerte!
ResponderEliminarBegoña, yo perdí las ganas de escribir sin darme cuenta. Estoy deseando volver a sentirme inspirada, porque ideas y situaciones me llenan la cabeza y soy incapaz de sentarme delante del teclado a plasmarlas... no sé si por miedo, pereza, incertidumbre o vergüenza. Para mí, escribir es una válvula de escape y ahora hace mucho que no la utilizo y lo noto en mi estado de ánimo.
Bueno, se me ha borrado el comentario descomunal que tenía escrito, así que espero poder reproducirlo sin hartarme :P
ResponderEliminarBegoña: Yo perdí las ganas de escribir por frustración, por darme cuenta de que me presentaba a un certamen tras otro sin lograr nada. No sé, a mí me ayuda tener un objetivo, me pone las pilas pensar que estoy creando una novela y que en cuanto la termine la presentaré aquí o allá. Durante mucho tiempo he sido escritora en la sombra y he escrito sin plantearme nada, y reconozco que echo de menos esa posición, porque es muy cómoda, muy libre. Pero cuando escribes esperando ser publicada algún día es diferente: no puedes escribir lo que sea, puede que sea triste, pero hay que tener mil ojos en los certámenes, las líneas editoriales y lo que se vende en el momento. Creo que en esto influye mucho la cantidad de tiempo libre del que se dispone. Cuando es abundante, tal vez haya tiempo para todo: para escribir libremente y para escribir de cara a las editoriales. Pero cuando hay poco tiempo libre, y es mi caso, o tengo un objetivo claro en mente o al final nunca me pongo a ello.
Eomoi: No conozco tu edad, pero te puedo decir que yo no soy una quinceañera y que, cuando comencé el curso, estaba convencida de que sería la mayor de la clase, y nada más lejos. De hecho, la persona más mayor creo que pasa de los 55. No tiene nada que ver lo que hayas estudiado antes, mucha gente opta por una fp después de terminar una carrera, precisamente porque son más prácticas y muchas veces las empresas lo agradecen. Si de verdad te apetece, sólo puedo animarte a que lo hagas, yo tuve muchísimas dudas hasta que me decidí, y ahora no me arrepiento :)
¡¡¡Qué ilusión leerte compañera!!!
ResponderEliminarBueno, estoy en la edad en la que se repiten los quince años, justo XD La verdad es que me anima mucho lo que dices, voy a informarme porque seguro que las matrículas se tienen que hacer el mes que viene y como me decida para darme cuenta de que llego tarde, me deprimiré! Me alegro de leeros de vez en cuando, el vuestro fue uno de los primeros blogs que seguí cuando comencé a andar por la blogosfera y se os echa de menos ^^
ResponderEliminarIkima: Si es que ya era hora, qué poca vergüenza tengo! :P
ResponderEliminarEomoi: Pues yo este año cumplo los 28, así que no nos llevamos mucho :). Sí, infórmate cuanto antes, en mi centro creo que ya andan liados con pruebas de acceso, y el mes que viene ya estarán con preinscripciones. Yo el año pasado conseguí plaza de milagro porque por aquí es un ciclo muy demandado y sólo se imparte en un centro; no sé si será igual en tu caso, pero si al final te decides, no lo dejes pasar.
Espero no dejar esto abandonado tanto tiempo y volver a escribir con frecuencia, que además palabras como las tuyas animan mucho :)
600 leuritos cuesta apuntarse en la uned a filologia, y el plazo es hasta octubre... si consigo trabajo en noruega lo hare sin duda...
ResponderEliminarUf, yo estoy estudiando en un centro público, así que al menos no he tenido que dejarme un riñón, aunque también estoy sufriendo el coste a nivel económico en cuanto a que es algo que me exige dedicación inmediata y no deja mucho lugar a compaginarlo con un trabajo... Pero bueno, creo que aún así me vale la pena.
ResponderEliminarSuerte!