¡Por fin he acabado de leerme Juego de Tronos!
Me ha costado bastante, y no porque no me haya gustado, sino por dos motivos: el primero, que ahora tengo poquísimo tiempo, ya que me ha dado por volver a estudiar y es mucho más absorbente de lo que esperaba (o mi cerebro está un poco oxidado); el segundo, porque había visto la serie, y leer un libro sabiendo en todo momento lo que va a suceder resta aliciente.
Eso sí, estoy deseando que algún buen samaritano le pida Choque de Reyes en la carta a los Reyes Magos… Y ahí sí que voy a disfrutar como una enana, considerando lo absorbente que es la saga y que no sabré lo que va a suceder en las páginas siguientes.
Pero bueno, no me enrollo más y a lo que voy, que es a comentar algunos aspectos literarios del libro.
La estructura de la obra me ha hecho pensar. Para los que no lo hayáis leído, se podría decir, en cuanto a la perspectiva de los personajes, que en cierto modo está estructurado como Los pilares de la tierra. La acción se va moviendo de la mente de un personaje protagonista a otro y se narra según sus pensamientos, sentimientos y hechos. Sin embargo, a diferencia de Los pilares de la tierra, el tiempo no se superpone. Es decir, cada período de tiempo es narrado desde el punto de vista de un único personaje, no hay simultaneidad (o al menos no es la tónica general, quizá suceda una o dos veces).
Esta narración por personajes (como todas, claro) tiene ventajas e inconvenientes.
Las ventajas que yo le veo son dos:
- Se trata de un enfoque muy cinematográfico y eso suele gustar, es ágil. Temporalmente es lineal y sólo se cambia de perspectiva, de cámara, podríamos decir. El cambio de cámara resta monotonía, muchísima monotonía.
- Y, sobretodo, la mayor ventaja es, sin duda, que permite un control mucho mayor de la trama (un control brutal de la trama, en verdad). Cambiando de personaje todo puede ser mucho más intrincado e intrigante, dado que permite ver el punto de vista de todos ellos, amigos o enemigos. Unos personajes saben unas cosas determinantes que otros no saben, y esto estira la lectura, engancha al lector en una telaraña de ardides, intrigas y traiciones. El lector ya sabe un hecho, pero está deseando que otros personajes se enteren y ver la reacción que tendrán ante tales revelaciones.
Y, como inconvenientes, sólo uno:
- El cambio de cámara es un arma de doble filo. Sí, ya he comentado que en mi opinión le resta monotonía a la lectura, pero también tiene algo malo, y es que resulta inevitable que unos personajes te gusten mucho más que otros. Si no he contado mal, Juego de Tronos tiene el enfoque de nueve protagonistas (para mí, algo excesivo). Si tienes un gran favorito, y estás deseando leer las cosas que le suceden, normalmente has de leer un montón de capítulos antes de llegar a él (Violet, ¡me encanta Danaerys!). Y, cuando al fin le alcanzas, te fastidia que se acabe su enfoque. A veces, si no tienes favorito, el cambio en sí te fastidia, porque es como si cada vez que cambias rompieras un poquito el sueño de la ficción. A mí personalmente me descoloca un poco cada cambio de personaje, como un chasquido delante de los ojos.
Sin embargo, creo que las ventajas pesan muchísimo más que el inconveniente, precisamente porque Martin les saca mucho partido, especialmente a la de crear una trama apasionante y bien construida en la que absolutamente todos los detalles encajan, todos. No hay ni un solo cabo suelto, y para crear algo así no queda más remedio que emplear la estructura que ha elegido él y que, por otra parte, me parece profundamente difícil y muy meritoria. A ver si alguna vez, cuando tenga más experiencia, me atrevo con algo así.
¡Voy corriendo a puntuarlo a entrelectores!
Ay, junto has posteado mientras yo comentaba la entrada anterior! :)
ResponderEliminarOh, me alegro de que te haya gustado! Y estoy de acuerdo en lo que comentas como único inconveniente (yo también sufría cuando tenía que "tragarme" capítulos dedicados a personajes menos favoritos, mientras ansiaba saber cómo continuaban los favoritos), aunque debo decir que en "Choque de Reyes" me ha sucedido menos. De hecho, en su caso prácticamente no puedo hablar de personajes favoritos, pues he acabado cogiendo cariño a algunos que al principio no me habían enganchado demasiado.
También me pasó con el primero lo de saber en todo momento lo que iba a suceder, por supuesto (además, en la serie no se dejaron NADA por contar), pero aún así disfruté muchísimo leyéndolo :)
Por lo demás: me alegro MUCHÍSIMO de que estés estudiando otra vez. A mí me costó mucho decidirme en su momento y sé lo que suele costar dar ese paso, así que me encanta cuando alguien lo hace. Y entiendo lo del poco tiempo, porque estoy igual, y lo estaré como mínimo hasta marzo, que es cuando terminaré con las clases y comenzaré las prácticas.
Que vaya bien! :)
¡Tenemos telepatía!
ResponderEliminarIkima, qué estás estudiando? Espero que te vaya bien, cuesta empezar de nuevo pero todo es ponerse!! Ánimo.
ResponderEliminarEn cuanto al tema de la entrada: Juego de Tronos. Pufff, nueve protagonistas? Los que quedan, entonces, jeje. A mí me pasaba también, estaba deseando llegar a los capítulos de Daenerys, pero sobre todo, a los de Tyrion (hay capítulos de Tyrion en el primero? ya no me acuerdo, hace demasiado que lo leí :p) Lo que más me gusta de Martin es cómo enfoca la evolución de los personajes, hay algunos que odias y que, poco a poco, terminas apreciando, y al revés. Y también su capacidad de sorprender (y su crueldad) porque vamos, quién se esperaba según qué cosas? Seguirá sorprendiéndote en los siguientes, ya verás!
Bueno, pues lo que estoy estudiando está un poco lejos de la literatura, es un máster de ciencia y tecnología química, se llama... Yo acabé la carrera en 2004, así que puedes imaginar la capa de óxido que recubre mis supuestos conocimientos... Por eso no sólo tengo que estudiar lo que me dan en las asignaturas, sino repasar los conocimientos previos que se supone que debería tener bien presentes y no tengo. Es un poco duro, pero lo cierto es que también es muy reconfortante :)
ResponderEliminarEn cuanto a lo de Juego de Tronos pues sí, Tyrion sale en el primer libro, y además no me cae especialmente mal. Me ha intrigado mucho eso que has dicho de la evolución de los personajes, estoy deseando ver a cuál de ellos que ahora adoro acabaré detestando... En cuanto a eso de la crueldad y de la capacidad de sorprender, ya lo comprobé sobradamente con cierta muerte que se produce en el primer libro y que no me podía acabar de creer. De hecho, como lo vi en la serie, estuve mucho tiempo pensando que había sido una especie de engaño y que, al final, dicho personaje estaría vivo. Pero no, le habían cortado la cabeza limpiamente... Esto me asusta un poco porque cuando le coges cariño a un personaje luego sufres tanto...
Ikima: Pues me suena muy interesante lo que estás haciendo, aunque no tenga nada que ver con la literatura :) En mi caso, yo había terminado de estudiar en el 2002, así que también tuve que sacar bastante óxido de mi cabeza.
ResponderEliminarVolviendo a Juego de Tronos: Creo que precisamente me acabé de enamorar de la serie (y, en consecuencia, de la saga) tras esa muerte :P Y no porque me pareciese bien (lloré como una magdalena!!), sino porque creo que sucesos así son importantes para que una historia enganche y resulte creíble. En la vida real suceden tragedias, sufrimos, lo pasamos mal hasta conseguir lo que queremos y hay quien no lo consigue nunca... Pero hay muchísimas series (y películas, y libros) donde los protagonistas son intocables e inmortales y, a pesar de que las desgracias los cerquen, a ellos nunca les pasa nada. Eso es algo que me molesta mucho, porque llega un momento en que ni siquiera se me contagia ni un ápice de tensión: por terrible que sea la situación, sé de antemano quién saldrá indemne. Respecto a Juego de Tronos, ya me ha dicho mucha gente que no debo encariñarme de absolutamente ningún personaje, porque nadie está a salvo. Y, aunque eso hace sufrir, me encanta :)
Eomoi: Yo me he quedado en Choque de Reyes y ya me he sorprendido lo mío con la evolución de ciertos personajes!