sábado, 21 de agosto de 2010

Plazo de entrega

Quizás sea un mito o algún tipo de trauma infantil (habría que ver qué opinaba Freud sobre esto), pero parece que trabajar bajo presión da buenos resultados. Creo que ése es el verdadero motivo de que por ahora únicamente me haya presentado a concursos y no haya enviado de forma libre a ninguna editorial: el establecimiento de un plazo concreto para el envío hace que me ponga las pilas. En un envío que no va dirigido a ningún concurso cualquier día es bueno, y eso hace que sea demasiado fácil de posponer. “Ya lo enviaré mañana”. En cambio, cuando te ponen un día concreto (incluso una hora) o lo envías o te quedas fuera, sin participar. O sí o no, y punto.

Por eso creo que esta presión, al menos para mí, es muy positiva. Ocurre de forma invariable: el día que hago el envío para un concurso de lo único que tengo ganas es de seguir escribiendo, igual que ocurre el día en que conozco el fallo del jurado. Ganar, lo que se dice ganar, con el significado esperado (RAE: Obtener lo que se disputa en un juego, batalla, oposición, pleito, etc) no creo que gane, pero quizá de estos momentos de trabajar bajo presión pueda sacar una buena historia. ¿Qué opináis vosotros? ¿Os ocurre lo mismo?

Habrá quien arguya que escribir es un hecho artístico y creativo y que, como tal, no se puede llevar a cabo con prisas, ni con nervios… que requiere su tiempo y su meditación. Es cierto. Aclarar que en este caso no concibo la presión como prisas o angustia, sino, simplemente, como la fuerza impulsora que me pone en movimiento. Hoy es un día de esos en que tras el envío mi motor se pone en marcha. Tendré que ir a aprovecharlo.

3 comentarios:

  1. Aunque parezca que me contradigo (porque yo soy de las que siempre digo que escribir es un acto artístico y creativo :P), estoy de acuerdo contigo.

    En mi caso, sólo concibo dos maneras de escribir: o porque sí, sin plantearme en ningún momento el género, público o destino, o bajo presión. El punto medio, que es precisamente lo de escribir con las vistas puestas a enviar a editoriales, es el que nunca practico. Alguna vez he escrito a editoriales porque sí, pero al final me pasa como a ti: que lo voy posponiendo una y otra vez y casi nunca lo hago.

    Por supuesto que escribir es (debe ser, diría) un acto artístico y creativo, pero es cierto que tener un plazo concreto hace que te pongas las pilas. A mí me ocurre. Y con concursos de relatos cortos me pasa incluso más: cuanto más tarde me entero del concurso y, por lo tanto, menos plazo tengo por delante para ponerme a ello, más ganas me entran de participar :)


    Por otro lado, la dinámica "participar en concurso y perder" creo que es de lo mejor para renovarse y no parar de escribir historias nuevas. No se trata de que una obra "perdedora" sea una obra para tirar la basura, por supuesto (hay otras opciones, siempre las hay), pero saber que una determinada obra no ha logrado nada en un concurso grande hace que, a mí por lo menos, me entren muchísimas ganas de escribir una nueva para volver a intentarlo en el mismo concurso. La fuerza impulsora de la que hablas, vaya :)

    De todas formas, todo va por épocas. Ahora precisamente, en medio de mi pausa literaria, incluso los plazos me estresan, y como ya comenté en un post de hace un tiempo, creo que me ha llegado el momento de volver a practicar esa vieja costumbre de escribir sin pensar en género, público ni objetivo. Que a veces también va bien, al menos hasta que la fuerza impulsora vuelva a darme algún bofetón.

    Besetes!

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  2. y hablando de escribir para quién, desearía que visitárais mi página (blog) por eso de que así por lo menos sé que escribo para alguien y hasta me puedo imaginar cómo es ese alguien
    http://rafarrojas-lanadaylafuga.blogspot.com

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  3. ¿No se ha presentado nadie del blog a los premios SM de este año? Nadie ha dicho nada y para un año que me animo...

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