Tres veces en mi vida caminé 49 quilómetros sin descanso. Aquí, en Palma, es como una tradición. Se llama “Des Güell a Lluc a peu”, y probablemente sólo consista en eso, en andar y andar hasta que los pies te arden y te salen ampollas, hasta que los huesos amenazan partirse en pedazos. Y a cada nuevo autobús que encuentras en la carretera, dispuesto para los que desertan, el deseo casi doloroso de abandonar. Tal vez consista únicamente en eso, en un andar sin sentido, pero tal vez –y esto es lo que yo sospecho- también consista en muchas otras cosas más. Una especie de lección de vida. Porque debajo de la piel del Monasterio de Lluc, en sus venas, corre la sangre del esfuerzo. Se une una muchedumbre -¡tendríais que verlo!-, y por una noche todos somos muy amigos, y hablar con el desconocido que camina a tu lado no resulta ningún problema. La razón es sencilla: todos deseamos alcanzar la misma meta.
Como aquí. Como todos los que participamos en este blog.
Caminar tantos quilómetros supone un esfuerzo tan considerable, acabas tan terriblemente cansado, exhausto, que paradójicamente tiene grandes recompensas. Me explico: jamás os pondréis unas pantuflas con tanto placer como después de llegar de Lluc, ni disfrutaréis tanto de la bañera llena de agua caliente, ni del colchón blando o del olor de las sábanas fresquitas… ¡Nunca! Nunca antes se convirtieron en placeres tan sublimes. Es la maravillosa sensación de sentirse plenamente afortunado con lo que se tiene. A mí, en esos momentos, me inundaba una felicidad tan completa que sólo podía pensar: “No puedo creerlo. ¡Estoy en mi cama! Al fin estoy en mi cama… y no caminando”.
Como aquí. Como todos los que participamos en este blog.
Caminar tantos quilómetros supone un esfuerzo tan considerable, acabas tan terriblemente cansado, exhausto, que paradójicamente tiene grandes recompensas. Me explico: jamás os pondréis unas pantuflas con tanto placer como después de llegar de Lluc, ni disfrutaréis tanto de la bañera llena de agua caliente, ni del colchón blando o del olor de las sábanas fresquitas… ¡Nunca! Nunca antes se convirtieron en placeres tan sublimes. Es la maravillosa sensación de sentirse plenamente afortunado con lo que se tiene. A mí, en esos momentos, me inundaba una felicidad tan completa que sólo podía pensar: “No puedo creerlo. ¡Estoy en mi cama! Al fin estoy en mi cama… y no caminando”.
De la misma forma, exactamente la misma –salvando las diferencias- es como estamos nosotros aquí. Caminando. Caminando sin descanso en pos de una meta común. El esfuerzo es titánico, las ganas de abandonar casi inevitables.
En fin… aunque pueda parecer mentira, todo este sermón viene a cuento del tema de la coma. Y lo que quiero decir es que tenemos que andar, andar, subir la montaña sin parar, hacernos ampollas en las manos. Y eso pasa por leer mucha teoría, aunque a veces pueda resultar tediosa y aburrida.
En mi caso recomiendo el Diccionario Panhispánico de Dudas, que está en red en la página web de la RAE y aclara muchos conceptos, entre ellos los de los signos de puntuación. Yo, cuando tengo dudas, leo y releo esta teoría con mucho detalle, intentando que cada palabra penetre adecuadamente. Después, ya sobre mi propio texto, en muchas ocasiones me guío por la intuición, y supongo que inconscientemente la teoría ejerce su correspondiente influencia. Por supuesto, como ha comentado María, leo el texto en voz alta y me escucho a mí misma.
Del mismo modo que sucede con la coma, ocurre con todos y cada uno de los puntos que afectan a la calidad de un texto literario. Las excusas de “tengo poco tiempo” o “la teoría no sirve para nada” creo que son tirar piedras sobre nuestro tejado. Un texto debe estar bien trabajado, perfectamente revisado y corregido. Es cierto, no porque sea correcto ortográfica y gramaticalmente tiene calidad literaria, pero es una ley de mínimos. Si el texto presenta faltas, la imagen que transmitimos al editor o al lector profesional es que no le damos la importancia suficiente a nuestra obra. ¿Por qué se la habrían de dar ellos?
Así es como merece la pena, con un esfuerzo titánico… pues si después de caminar sin descanso nuestra obra llega a Lluc, el placer entonces nos hará saltar las lágrimas.
Hasta aquí mi humilde (¡y larguísima!) opinión.
Nos vemos en Lluc.
Antes que nada... la idea de caminar 49 km hace que me salgan ampollas sólo de pensarlo!
ResponderEliminarPero qué decir, estoy totalmente de acuerdo contigo, hay que esforzarse y caminar, no dejar de caminar...
Reconozco que yo no soy muy "estudiosa" en lo que a escribir se refiere. No ha sido hasta hace poco cuando he empezado a fijarme, de un modo más crítico, en cómo escribo, y no sólo en lo que escribo. He de decir que en cierto modo, siempre he sido un poco contraria a pulir demasiado lo que se escribe. A mí me gusta poder entrever, en lo que se lee, la personalidad de quien escribe, el modo en el que se expresa, no sé cómo explicarlo, me gusta no sólo leer un buen texto sino poder casi escuchar a esa persona como si estuviese hablando. Hay determinados escritores que a mí me encantan y que, objetivamente, tal vez no escriban maravillosamente, pero me gusta su modo de expresarse, cómo transmiten los sentimientos. Siguiendo esa premisa, yo nunca había pulido mucho lo que escribo. Ahora veo que, tal vez, lo mejor está en encontrar un punto medio. Tenemos que crear nuestra propia voz pero a la vez escribir bien, especialmente porque hay muchos errores de los que no nos damos cuenta y que sí que son corregibles, sin perder un ápice de nuestro estilo.
Así que, en definitiva, estoy de acuerdo contigo, y me ha encantado el post.
A ver si, de verdad, nos vemos algún día en Lluc :)
Violet, cuando yo leo lo que escribes es como si te estuviera oyendo hablar, aun sin conocer tu voz. No hace falta que expliques lo que quieres decir, eres un ejemplo claro jeje. Seguro que tus libros fluyen con mucha naturalidad, ¡me encantará leerlos!
ResponderEliminarCuando he leído este post, enseguida he pensado que eras de Mallorca. Todos los veranos voy unos días a casa de mis suegros. Sólo estuve una vez en Lluc y fue cuando estuve embarazada.
ResponderEliminarCon lo de esforzarse mucho más, estoy de acuerdo con vosotras. Intento fiajarme mucho en cómo escribe la gente, las pausas que hace, el estilo, el ritmo, y sobre todo, los diálogos. Quizás el hecho de que sea actriz valore esta cuestión, y para mí es muy importante ese aspecto en una novela. El año pasado hice un curso de literatura creativa, y ya había escrito dos novelas. Me di cuenta que aún me quedaba mucho por aprender, y en ello estoy. No quiero quejarme mucho más, pero noto que estoy un poco desanimada. A veces me sorprendo de todas las entradas que hay en mi blog, y eso es casi lo único que me anima a seguir adelante.
El otro día recibí un correo de una pequeña editorial que había entrado en mi blog y le había gustado lo que había leído. Me ha pedido una novela para valorarla. Os voy a dejar su dirección y su blog por si queréis contactar con ellos:
Martí Pallàs
e-litterae
Calle Mallorca 144, 1º-2ª
08036 Barcelona
http://www.blogdenarrativas.com/
Lo malo es que no tengo el teléfono, pero también os dejo su correo: blogdenarrativas@e-litterae.com
A ver si hay suerte.
Saludos desde La ventana de los sueños.
Muchas gracias por la info, Anabel!
ResponderEliminarYo recibí ayer el informe literario de la novela que presenté a concurso, y la verdad es que estoy encantada. Nada más leerlo me desmoralicé un poco porque aunque me comentan varios puntos fuertes, también me comentan algunos débiles. Sin embargo, me gusta mucho la corrección que han hecho, y me doy cuenta de la cantidad de cosas que podemos mejorar y que suelen pasar desapercibidas. Ahora me siento más tranquila para enviarla a algún otro certamen, y voy a tomar nota para intentar no cometer los mismos errores con las siguientes.
Saludos!
Hola, Violet, ¿quién te ha hecho el informe literario? Me gustaría saberlo por esta nueva novela que estoy escribiendo. Mi pareja siempre suele corregírmela, y luego la doy a leer a gente a algunos amigos y algunas chicas que no conozco.
ResponderEliminarSaludos desde La ventana de los sueños.
Hola Anabel,
ResponderEliminarEl informe me lo han hecho en JPM Ediciones, me puse en contacto porque me dio buen rollo su web y además son de mi ciudad, y me pareció bien por si tenía que entregar algún original, poder hacerlo en persona. Me ha costado 150 € + IVA, teniendo en cuenta que mi novela es cortita, no es ninguna ganga, pero no me parece muy caro. Te hacen presupuesto en función de los caracteres de la obra, y no es necesario hacerles llegar ningún original, basta con enviar la obra por email, y ellos también hacen llegar por email la factura y el informe. Hay que pagar el 30% por adelantado y el 70% a la entrega. Yo estoy muy contenta, he terminado de revisar todo lo que me han corregido y creo que la obra ha ganado mucho. Te indico los datos por si te interesa:
JPM Ediciones
www.jpm-ediciones.es
info@jpm-ediciones.es
La verdad es que esto me ha ayudado a darme cuenta de que tal vez no es muy complicado recibir opiniones sobre lo que es la obra en sí, sobre la historia, el argumento (yo ya había recibido muy buenas críticas a ese respecto con esta obra), pero lo que es a nivel de redacción, es necesario que lo vea un experto, porque me han sacado muchos más errores de los que hubiese encontrado yo aún revisándola cien veces! Lo bueno es que muchos de esos errores son recurrentes en el modo de escribir de cada cual, así que me conocerlos me ayudará a tener los ojos más abiertos con futuras obras.
Ya contarás qué tal te va si te decides :)
Saludos.
Yo también mandaré a corregir la obra que estoy escribiendo ahora, una juvenil, porque me gusta mcuhísimo y me gustaría que estuviera bien pulida. Además, como tú has dicho, puedo estar cometiendo errores recurrentes en todas las obras, y con una única corrección de un libro podría dejar de cometerlos. Es un dinero invertido, no gastado. Has hecho muy bien en llevarla a corregir.
ResponderEliminarPor cierto Violet, si no es mucho pedir... ¿qué tipo de errores y de puntos fuertes te han marcado? ¿Te han hecho referencias argumentales o sólo hablan de la gramática o de la longitud de las frases etc.?
Muchas gracias, Violet. Lo tendré en cuenta.
ResponderEliminarSaludos desde La ventana de los sueños.
Sí que se hacen referencias argumentales además del aspecto gramatical. Hacen una corrección gramatical sobre el archivo de word de la obra, añadiendo modificaciones con el Control de cambios, y notas a los márgenes con sugerencias en aquellos párrafos que se pueden mejorar o que se deberían reescribir o suprimir. Luego esos cambios se pueden aceptar o no. Y aparte está el informe propiamente dicho, que ya analiza los puntos fuertes y débiles del argumento (además de explicar lo que se ha corregido en el archivo a nivel gramatical), y ofrece una conclusión final sobre la obra.
ResponderEliminarEstá muy bien que lo miren en caracteres, porque los presupuestos que tengo yo me lo piden a doble espacio tamaño 12, pero no me especifican ni márgenes ni número de líneas por página. Sólo dicen algo así como "páginas normales", o semejante. Yo no sé con exactitud qué son páginas normales, pero creo que son 2100 caracteres con espacios.
ResponderEliminarUna duda que me corroe... en el envío de la obra al BdV o GA... ¿qué formato empleásteis? ¿Os quedaron las páginas muy amplias o muy estrechas? ¿Qué criterio utilizasteis? Yo siempre tengo miedo a enviar la obra de forma incorrecta, aún cumpliendo con lo que indica en las bases... ¿Y con qué tipo de letra?
Yo envié mi obra con Arial 12 y doble espacio, pero los márgenes no los toqué, los dejé tal y como vienen cuando se abre un nuevo documento en blanco. Ya que no se especificaba nada de eso, supuse que tenía que ser así :S
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